Noticias de Bolivia, 23 de octubre 2014

Después de que el miércoles más de una veintena de estudiantes del colegio Gabriel José Moreno, de Paurito, cayeran en una histeria colectiva atribuida a la práctica de la güija, hoy los padres de familia decidieron no enviar a clases a sus hijos.  

El tema de conversación en Paurito no es otro que la historia de los 25 muchachos que, según los relatos, el martes jugaron a la güija en un lote baldío cercano al establecimiento educativo y el miércoles sufrieron una histeria colectiva que derivó en internaciones en el hospital San Pantaleón, de la misma zona.  

La preocupación de los pobladores fue tal que llamaron, la mañana de este jueves, al sacerdote Rogelio Fernández, de Cotoca, para que rocíe agua bendita en las instalaciones del colegio. 

 El religioso aprovechó la oportunidad para recomendar a los padres de familia y a los maestros, hablar con los muchachos para que no caigan en tentaciones de distinta índole. La directora del Gabriel José Moreno, Jaqueline Angulo, dijo que las clases se han suspendido, en ambos turnos, por decisión de los padres de familia.  

Con el propósito de calmar los ánimos de la población, que desde el miércoles está intranquila, los padres de familia han acordado reunirse, a las 17:00, con pastores de iglesias evangélicas, sicólogos y policías para brindar apoyo a los colegiales.  

De los 25 escolares que el miércoles fueron llevados al hospital San Pantaleón, de Paurito, por las convulsiones, desvaríos y pérdida breve del conocimiento que presentaban, ninguno permanece en este lugar y las autoridades de este nosocomio no han querido dar ninguna información.
Fuente: El Deber

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