Decenas de miles de bolivianos celebraron hoy en la ciudadela preincaica de Tiahuanaco el "Willka Kuti", o "retorno del sol", que da inicio a su mítico año 5519, con el presidente Evo Morales, pero sin el mandatario electo peruano, Ollanta Humala, que había sido invitado oficialmente.
Cientos de personas, aunque muchas menos que en años anteriores, visitaron a primera hora el templo de Kalasasaya de Tiahuanaco, para asistir a la conmemoración coincidente con el solsticio del invierno austral y el cambio del ciclo agrícola para la siembra en el campo.
La llegada de los primeros rayos del sol, el momento más esperado, se produjo cerca de las 07.25 hora local (11.25 GMT), más tarde que otros años.
Los asistentes recibieron los rayos con las palmas alzadas para llenarse de "energía positiva" en medio de las temperaturas bajísimas del altiplano.
Los amautas o sabios indígenas aimaras, vestidos con sus ropas ceremoniales, prendieron una fogata sobre un altar para invocar en su lengua al Padre Sol y la Madre Tierra, acompañados por Morales.
Los 5.519 años de la cultura andina resultan de la creencia de que la civilización prehispánica tiahuanacota tuvo una antigüedad de cinco mil años exactos, a los que se suma los 519 años que se cuentan desde 1492, cuando los españoles llegaron a este continente.
La cifra es rechazada por arqueólogos y antropólogos con el argumento de que no había culturas desarrolladas en el altiplano andino en ese entonces, pues la antigüedad de Tiahuanaco es del 1200 antes de Cristo, en sus inicios aldeanos.
Según los estudios antropológicos, los aimaras llegaron a la zona de la ciudadela hacia el 1200 de nuestra era y no tienen nada que ver con la cultura tihuanacota.
No obstante, el director del Patrimonio del municipio de Tiahuanaco, el aimara Hugo Avalos, ratificó a los medios la visión sobre la supuesta antigüedad de su cultura y sostuvo que ese lugar pudo haber sido "ombligo del mundo aimara amazónico", de donde nacieron muchas culturas posteriores.
En el oriente de Bolivia el acto más significativo de este día, declarado festivo oficial por Morales, se produjo en las ruinas incas de Samaipata a las 04.30 hora local (08.30 GMT), donde la tradición se conoce como "Lucero del Alba" en la cultura guaraní.
Morales envió a sus ministros a varias regiones del país para impulsar la celebración, que oficialmente se denominó primero "Año Nuevo Aimara" y ahora "Año Nuevo Andino Amazónico", en un intento de reunir las celebraciones dispares indígenas a propósito del solsticio de invierno austral.
El mandatario aimara declaró hoy a los medios que pidió a la Madre Tierra (Pachamama en lengua indígena) "paz, igualdad, dignidad y una buena producción para que no falten alimentos".
El ministro de Exteriores, el también aimara David Choquehuanca, sostuvo que el festejo, que en estos días también tendrá su correlato en el Cuzco con la fiesta del Inti Raymi o fiesta en homenaje al Sol, dijo que la fecha es oportuna para la renovación personal.
"Hoy es tiempo de renovación, así como el Sol se renueva, nosotros también nos renovamos, todos los seres humanos festejamos junto con la naturaleza, junto a la Madre Luna y el Padre Sol y nuestro deseo para este año es que todos podamos alcanzar la felicidad", sostuvo Choquehuanca.
El ministro de Exteriores había invitado al presidente electo de Perú, Ollanta Humala, que llegó en la madrugada de visita oficial a Bolivia, a participar al amanecer en el acto de Tiahuanaco, pero no asistió.
Humala, que asumirá la presidencia a fines de julio, realiza hoy una visita de cerca de 15 horas a Bolivia para repasar con el presidente Morales la agenda bilateral.
Fuente: La Opinión
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