Al contrario de lo que se cree, que llorar ayuda a desahogarse, científicos aseguran que las lágrimas derramadas hacen sentir peor.
Así se explicó en el Journal of Research in Personality, donde se reveló que de 97 mujeres estudiadas, dos tercios no se sintieron mejor después de llorar y que además, el ánimo decaído llegó a durar hasta dos días.
“Sólo una minoría de los episodios de llanto se asociaron con mejorías del estado de ánimo, contrario a lo que indica la creencia popular. Llorar no es tan bueno como la gente cree”, aseguró Jonathan Rottenberg, profesor de la University of South Florida.
El estudio recopiló los datos de mujeres de entre 18 y 48 años, durante un período de hasta 73 días. De ellas, solo un tercio tuvo un “buen llanto”, que les permitió subir su ánimo, y en estos casos, la intensidad, más que la duración, fue trascendental.
En general, el promedio de duración del llanto de las mujeres fue de 8 minutos y solía darse en el living de sus casas. Los motivos de las lágrimas iban desde las peleas, pérdidas o ver a otra gente sufrir. Por otro lado, llorar acompañada fue más beneficioso para el ánimo que hacerlo sola.
Pero dar rienda suelta a las lágrimas en público fue definitivamente el peor de los casos. "Cuando el llanto ayuda, probablemente no es por las lágrimas, sino porque se obtiene apoyo social y se presta atención a los problemas importantes”, explicó Rottenberg.
Así se explicó en el Journal of Research in Personality, donde se reveló que de 97 mujeres estudiadas, dos tercios no se sintieron mejor después de llorar y que además, el ánimo decaído llegó a durar hasta dos días.
“Sólo una minoría de los episodios de llanto se asociaron con mejorías del estado de ánimo, contrario a lo que indica la creencia popular. Llorar no es tan bueno como la gente cree”, aseguró Jonathan Rottenberg, profesor de la University of South Florida.
El estudio recopiló los datos de mujeres de entre 18 y 48 años, durante un período de hasta 73 días. De ellas, solo un tercio tuvo un “buen llanto”, que les permitió subir su ánimo, y en estos casos, la intensidad, más que la duración, fue trascendental.
En general, el promedio de duración del llanto de las mujeres fue de 8 minutos y solía darse en el living de sus casas. Los motivos de las lágrimas iban desde las peleas, pérdidas o ver a otra gente sufrir. Por otro lado, llorar acompañada fue más beneficioso para el ánimo que hacerlo sola.
Pero dar rienda suelta a las lágrimas en público fue definitivamente el peor de los casos. "Cuando el llanto ayuda, probablemente no es por las lágrimas, sino porque se obtiene apoyo social y se presta atención a los problemas importantes”, explicó Rottenberg.
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