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El presidente boliviano dijo que el conflicto con
los aborígenes que se oponen a una carretera fue utilizado para afectar su
imagen. "¿Cómo voy a instruir que golpeen?", se defendió
En una entrevista televisiva difundida este martes,
vertió sus sospechas sobre la brutal represión ocurrida el domingo 25 de
septiembre. "¿Cómo el presidente, el gobierno, puede instruir que golpeen
y arrastren? Jamás", afirmó. "Quisiera que me investiguen, creo que
hay alguna mano negra para hacerme quedar mal", agregó.
Evo Morales señaló que cree que las imágenes que se
mostraron -donde se ve cómo los uniformados arrastran a nativos atados y
amordazados- fueron realizadas por la propia Policía y no por periodistas.
"Es muy raro. Siento que hay algunos policías que no quieren al presidente
y al gobierno y se aprovechan de esta clase de movilizaciones para
calumniar", señaló.
La semana pasada varios funcionarios consideraron
que el cuerpo de seguridad exageró en la fuerza utlizada contra los indígenas
que se manifestaban en contra de la construcción de una carretera que
atravesará la reserva ecológica en donde viven.
La acción policial, que dejó más de 70 heridos en
el poblado de Yucumo, al noreste de La Paz, provocó la dimisión de los
ministros de Interior, Sacha Llorenti (responsable de la Policía), y de
Defensa, Cecilia Chacón, esta última en desacuerdo con la acción de los
uniformados.
Morales aseguró que no ordenó la represión que
desactivó temporalmente la caminata de los manifestantes. Los indígenas se
reagruparon y reiniciaron su marcha hacia la capital del país, adonde esperan
llegar en unos 10 días.
Fuente: AFP
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