Un empate con sabor a victoria, Argentina no supo abrir en 90 minutos de juego

La marcación fue ideal; funcionaron las postas y las piernas aguantaron los 90 minutos de juego. Por primera vez en la historia de las eliminatorias, Bolivia logró arrancar un punto al afamado equipo blanquiceleste con el que empató 1-1 en el Monumental de Núñez.

Walter Flores hizo el trabajo de desgaste en el medio terreno y tuvo en Jaime Robles a un acompañante de lujo, mientras Ronald Rivero jugó el partido de su vida ganando en todos los anticipos y generando un ambiente de confianza entre sus compañeros.

Bolivia esperó a su rival en el primer cuarto de hora y luego traslado la contienda al medio terreno, donde entretuvo  al dueño de casa sin ideas, dependiente al extremo de Messi y sin alternativas ofensivas.

A los 21 minutos el dueño de casa encontró un resquicio y  llegó hasta el fondo para marcar el gol, pero en la jugada previa frenaron a Messi, de manera que el juez Carlos Vera cobró la falta a la entrada del área y le dio un respiro al equipo de Quinteros.

Las emociones llegaron en el segundo tiempo, porque a los 11 minutos de este 11 de mes 11 del 2011, llegó el gol boliviano tras una avivada de Martins que robó el balón a Martín de Michelis y luego de un doble quiebre infló las redes.

Con un gol en contra, un público disgustado y presa de los nervios, los argentinos se fueron al ataque y tuvo que esperar sólo cuatro minutos porque el ingreso de Ezequiel Lavezzi fue afortunado, ya que en su primer contacto con el balón envió el esférico junto al poste para marcar el empate.

Del empate hasta el final, fue dominio argentino y afán boliviano por reventar el balón a cualquier parte, aunque cuando se jugaban cuatro minutos de descuento, el balón quemó los pies José Luis Chávez que estaba sin marca frente al portero argentino.

Es que este día, seguramente recordado por los bolivianos por mucho tiempo, quedó expuesto una vez más que en la cancha son once contra once, que los pergaminos quedan en el camarín y en la cancha cuenta la voluntad, la entrega, el pundonor y todas esas virtudes las tuvo Bolivia.

Ernesto Murillo Estrada

Erbol