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El presidente Evo Morales abrió el viernes por la tarde el carnaval boliviano participando de la tradicional ch'alla o ritual andino en el que se ofrenda a la Pachamama (Madre Tierra) y encabezando una comparsa en la que bailó en inmediaciones de la Plaza Murillo, centro del poder político.
En el ritual andino participaron también el vicepresidente Álvaro García Linera, varios ministros de Estado, entre ellos, de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, además del miembros del cuerpo diplomático acreditado en Bolivia.
El Jefe de Estado ofrendó a la Pachamama una mesa blanca preparada por los amautas que ardió avivada por alcohol que lanzaron las autoridades del Estado, pidiendo prosperidad.
"Pedimos a la Pachamama que este año sea fecundo lleno de éxitos para todo el país y que la Madre Tierra nos abrigue con toda su fecundidad a todos los bolivianos y que nos una, nos dé prosperidad pero fundamentalmente nos haga un país cada día mejor", pidió Quintana.
La ceremonia fue animada por bandas y grupos autóctonos que bailaron al son de tarqueadas y pinquilladas originarias del altiplano boliviano.
A esas danzas se sumaron cantores de coplas carnavaleras a los que personalmente se unió el Jefe de estado para responder a un grupo preparado por el Ministerio Anticorrupción que aludió con sus canciones picarescas a Morales y al Vicepresidente.
Posteriormente Morales visitó el edificio de la Asamblea Legislativa, de la Vicepresidencia, de la Cancillería y la Gobernación, que funcionan en inmediaciones de la Plaza de Armas.
Desde el viernes por la tarde, Bolivia está sumergida en las carnestolendas con diversos matices por la diversidad de su geografía y de su cultura.
ABI
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