Siete concejales votaron a favor de la suspensión de Desirée Bravo contra tres, que querían su continuidad. La sesión se lleva a cabo en instalaciones de la maternidad Percy Boland. El lugar de Bravo será ocupado por su suplente Jorge Lavadenz.
El Concejo Municipal de Santa Cruz determinó suspender a la presidenta del órgano deliberante, Desirée Bravo. Con siete votos a favor y tres en contra se aprobó la resolución que ordena el cese de sus funciones de manera temporal en el legislativo municipal. Sobre ella pesa una acusación de la Fiscalía por la supuesta falsificación de una libreta de notas para obtener su título de bachiller.
Paradójicamente los que votaron a favor de la suspensión de Bravo fueron seis del oficialismo y una de la oposición: Manuel Saavedra, Cibele Ortiz, María Yanine Parada, Enrique Landívar, Leonardo Roca y Óscar Vargas, de la Agrupación Todos Por Santa Cruz y Arminda Velásquez, del MAS. Entretanto, los opositores Saúl Ávalos, José Quiroz y Freddy Soruco se abstuvieron.
“Queremos que mañana no digan el MAS la tumbó, fueron sus mismos colegas que la suspendieron. Eso que quede claro”, dijo en su descargo el presidente de la bancada masista, Saúl Ávalos.
La sesión, que se llevó a cabo en la maternidad Percy Boland, contó con la presencia de 10 concejales, ya que Bravo decidió alejarse de la reunión mientras se discutía su situación entre oficialistas y opositores. Su lugar será ocupado por su suplente, Jorge Lavadenz.
Mientras tanto y también de manera temporal el concejal vicepresidente, Freddy Soruco (MAS), asumió la presidencia del Concejo.
El Deber
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