El Gobierno intervino esta mañana la Empresa Pública de Servicios de Agua y Saneamiento (EPSAS), debido a que perdió su licencia de funcionamiento y a causa del deficiente manejo administrativo que puso en riesgo la continuidad del servicio a favor de la población.  

El director ejecutivo de la Autorida de Fiscalización y Control Social de Agua Potable y Saneamiento Básico (AAPS), Germán Aramayo, posesionó, en ese marco a Andrés Zegada como interventor de la empresa, quien garantizó que se trabajará para recuperar la calidad de servicio de EPSAS, además de comprometerse a respetar la estabilidad laboral de todos los trabajadores, que firmarían un documento de compromiso en las próximas horas. 

"La intervención tiene el propósito de mejorar las condiciones legales un tema importante que es de resaltar la la seguridad laboral de todo el personal de la empresa, se ratifica la seguridad de cada uno de los trabajadores, esta seguridad va ser planteada en un documento dirigido a todo el personal. Creo que es el momento de poner el hombro a la empresa, para que surja en el servicio a la población a quienes nos debemos… es necesario que la empresa recupere sus antiguos causes y brinde una atención transparente", manifestó Zegada tras su posesión.  

La intervención estuvo respaldada por efectivos de la Policía Boliviana que resguardaron las oficinas y otras dependencias de EPSAS en las ciudades de La Paz y El Alto, junto a las juntas vecinales de ambas ciudades que esperan tener una empresa descentralizada.  

Los cerca a 200 efectivos fueron desplazados a las plantas de tratamiento de Alto Lima, Viacha, Milluni, Tilata, en El Alto y en Achachicala, Pampahasi, Villa Fátima, Edifico El Cóndor y Calacoto, en la ciudad de La Paz.  
Autoridades de los gobiernos municipales de La Paz y El Alto, desde hace meses, observaron el funcionamiento de EPSAS, empero evitaron plantear una solución al conflicto legal que se produjo como consecuencias de la pérdida de su vigencia legal. 

EPSAS fue creada para suplir a la capitalizada Aguas del Illimani, que ingresó al país a mediados de la década de los años 90 para brindar el servicio en las ciudades de La Paz y El Alto. La empresa con capitales franceses suplió a la municipal Samapa. ANF

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