La región de la Chiquitanía debe este nombre genérico a la provincia de Chiquitos, por los habitantes originarios de la región, los Chiquitos o Chiquitanos, donde se establecieron las misiones Jesuíticas a partir de la segunda mitas del siglo XVII
Es precisamente en esta región, de extensas llanuras tropicales y de suaves acumulaciones de terreno conocidas como lomerios, donde se conservan verdaderas joyas arquitectónicas conservadas por pueblos que aun conservan interesantes manifestaciones culturales de la época misional, reflejadas en su Festival Internacional de Música Renacentista y Barroca, que ha sido motivo para que la UNESCO las declare como “Patrimonio Cultural de la Humanidad”.
El turismo cultural de las misiones esta centrado en sus iglesias y en la producción de hilados, ofreciéndonos una dinámica activa artesanal con técnicas y materiales naturales, heredadas de sus antepasados.
La flora se caracteriza por la existencia de vegetación típica boscosa, siempre verde; la fauna amazónica diversa, que invita a admirar la inmensa variedad de animales como los monos aulladores, el mono araña, el chacho de monte, el oso hormiguero, el lobo Crin y el lobito de río. Aves como los tucanes y las parabas.
La naturaleza y sus poblaciones indígenas, sus tradicionales pueblos con costumbres ancestrales constituyen un atractivo de gran importancia en la zona. Acogedoras poblaciones y cálidos habitantes hacen de las Misiones Jesuíticas bolivianas un atractivo sudamericano sin igual, desde hace más de 300 años.

San Javier
Iglesia de estilo barroco, construida entre 1749 y 1752, y restaurada entre 1987 y 1993, perteneciente a la primera misión jesuítica de Chiquitos fundada en 1691. Invita recorrerla y disfrutar de la belleza artística de su arquitectura con tallados ornamentales de columnas y dibujos en madera con tonos amarillo y café.
Pero San Javier no sólo es arquitectura, prueba de ellos son los acontecimientos culturales que forman parte importante de su atractivo, es así que conciertos de Música Barroca y Renacentista han dado un impulso importante al turismo de esta región.

Concepción 
Iglesia jesuítica de estilo barroco construida entre los años 1752 y 1753, restaurada e inaugurada nuevamente en 1982. Abre sus puertas para contemplar la belleza de su construcción en nave de tres cuerpos, filas de columnas talladas en madera, altares y pinturas realizadas a mano por los lugareños, además de la Iglesia vista en un atardecer inolvidable.

El desarrollo de eventos culturales como los Conciertos de Música Barroca con gran aceptación del público, se complementa con La Semana Santa y otras festividades, donde la compra de artesanías, la visita al balneario Sapocó y la motonáutica en la represa, se constituyen como principal actividad.

San Ignacio
Iglesia de moderna construcción, cuya estructura original se mantiene en sus altares, púlpito y confesionarios y disfrutar de sus tallares artesanales, donde se emplean técnicas y materiales naturales de la producción heredada de sus antepasados.

San Miguel
Fundada en 1721, cuenta con una iglesia completamente restaurada, que mantiene las características de estilo de otras iglesias. Su altar de hojas doradas es único, así como también su cielo raso, sus grabados y la impresionante hermosura de sus pinturas naturales y sus tallados.
La región de San Miguel cuya actividad es de ganadería, es apta para realizar diferentes actividades en contacto con la naturaleza.

San Rafael
Iglesia de misión Jesuítica San Rafael construida entre 1747 y 1749 restaurada por un equipo de artesanos recientemente, ofrece en su altar “Hojas de oro”, pórticos y columnas trabajadas en madera de gran interés.
La naturaleza incomparable de esta zona se ve reflejada en su sistema de serranías sobre un paisaje llano que facilita una bellas vista panorámicas de unos amplios entornos.

San José
Construida en 1740, se destaca por ser la única que cuenta con la fachada enteramente construida en piedra y un diseño diferente al resto de las iglesias. Cuenta con un entorno natural interesante para la práctica de actividades de turismo activo. La Serranía tiene un gran potencial para la practica de actividades como trekking, escalada, actividades de orientación, deportes aéreos, etc.

Santa Ana
Iglesia de la Misión de Santa Ana, fundada en 1755, es la que conserva de manera más autentica los elementos locales, te ofrece una experiencia de mucho encanto.
Una de las fiestas más importantes sin duda es la de Semana Santa, caracterizada por procesiones religiosas rodeadas de flores, plantas y arcos de palma. Además de su represa donde disfrutar de un baño en sus aguas cristalinas es una experiencia inolvidable.

Texto: www.bolivia.com
Foto por Rubén Darío Azogue M.
facebook.com/ruben.azogue








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