Buenos Aires, 24 Ago (Erbol).- La militante de la Organización de Trabajadores Migrantes de Bolivia en la ciudad de Buenos Aires de Argentina, Noemí Machicado, manifestó que continúa la explotación y la violación de los derechos laborales de los trabajadores migrantes, pero las mujeres costureras, al igual que ella, "roban" el tiempo a su trabajo para dedicar a los hijos y el marido.
Red Erbol (RE).- ¿Cuál fue el motivo de tu salida de Bolivia?
Noemí Machicado (NM).- Son 22 años que vivo Buenos Aires. El motivo de mi partida fue por problemas económicos. Yo provengo de una familia muy pobre de madre potosina, padre paceño y seis hermanos.
Tenía previsto ganar un poco de dinero trabajando aquí, enviar un poco de plata a Bolivia para que mi familia puedan seguir comiendo porque cuando partí se vivía una profunda pobreza.
RE.- ¿Cuáles fueron las expectativas antes de venir y con qué te encontraste?
NM.- Quería encontrar un buen trabajo y estudiar para realizarme como mujer profesional, pero no fue así sino que soy obrera costurera porque la dificultad de no tener documentación argentina me limitó y me condicionó a vivir la cuasi servidumbre como empleada doméstica, en los talleres clandestinos y en fábricas.
RE.- ¿Cuántas horas trabajabas en estos talleres?
NM.- El máximo periodo de trabajo fue de 18 a 36 horas porque los patrones deben llevar la producción comprometida en un tiempo determinado y para eso el obrero debe duplicar su fuerza laboral y sin límites de horas de labor.
RE.- ¿Cuál es la situación de la mujer obrera y madre de familia?
NM.- Las mujeres en los talleres clandestinos tenemos la posibilidad de levantarnos de la cama a la máquina y de ella nuevamente volver al lecho y no hay posibilidades de viaje, menos otras actividades sociales.
En los talleres textileras existe el “robo” de un poco de tiempo al trabajo para dedicárselas al hijo, al marido o nosotras mismas porque no hay tiempo ni para hacerse la limpieza personal sino restas un poco de espacio a tu responsabilidad laboral que es de 18, 20 o más horas.
RE.- ¿La situación de la mujer y el hombre es lo mismo en los talleres?
NM.- En el ámbito laboral, las mujeres estamos condicionadas al mismo régimen laboral en cada taller y según la necesidad de producción del patrón. En la familia, la mujer cumple doble responsabilidad porque no sólo trabaja sino busca un poco de tiempo para organizar y atender a la familia, que a veces excede la capacidad; en tanto, el varón sale aventajado.
RE.- ¿Las autoridades bolivianas hacen algo para cambiar la situación de las migrantes?
NM.- No. tanto a nivel institucional y operativo, la embajada y el consulado (del Estado Plurinacional) no tienen programa de trabajo con relación a la situación de los migrantes bolivianos. Jamás el consulado ha sacado un proyecto para favorecer a la mujer (boliviana) migrante.
RE.- ¿En esta situación las mujeres pueden organizarse?
NM.- Veo que muchas mujeres quieren organizarse, pero no existen las condiciones temporales por la responsabilidad en el trabajo y la familia. La condición de la trabajadora migrante es nefasta porque es imposible robar más tiempo a tu trabajo por el sistema de vida en el exterior.
RE.- ¿Entonces, de cómo decidió organizarse?
Mucho esfuerzo, pero las limitaciones que me impusieron en mis fuentes laborales me motivaron para organizarme porque la situación de acatar (obligatoriamente) más horas de trabajo de lo previsto, estaba sometida a la voluntad de mi patrón y mi pareja descuidando a mis hijos.
Además, soy una obrera migrante con visión clara de clase social entre los explotadores y la explotada a la que yo pertenezco por eso no puedo ser indiferente ante la lucha de las mujeres que están sometidas laboralmente.
RE.- El mensaje para las mujeres bolivianas que en algún momento deciden migrar.
NM.- Pido a las mujeres no permitan que el sistema de trabajo en el extranjero les limiten a organizarse para ejercer sus derechos humanos y laborales ante un gobierno, ya sea de residencia o de origen, fundamentalmente para velar los derechos de sus hijas e hijos.
Las mujeres trabajadoras del mundo deben hacer eco de la reivindicación de sus derechos fundamentales y poner atención a la crisis económica mundial que agravaría las condiciones laborales y familiares, sostuvo Noemí, en entrevista con Erbol y colaborada por Delia Colque.
Red Erbol (RE).- ¿Cuál fue el motivo de tu salida de Bolivia?
Noemí Machicado (NM).- Son 22 años que vivo Buenos Aires. El motivo de mi partida fue por problemas económicos. Yo provengo de una familia muy pobre de madre potosina, padre paceño y seis hermanos.
Tenía previsto ganar un poco de dinero trabajando aquí, enviar un poco de plata a Bolivia para que mi familia puedan seguir comiendo porque cuando partí se vivía una profunda pobreza.
RE.- ¿Cuáles fueron las expectativas antes de venir y con qué te encontraste?
NM.- Quería encontrar un buen trabajo y estudiar para realizarme como mujer profesional, pero no fue así sino que soy obrera costurera porque la dificultad de no tener documentación argentina me limitó y me condicionó a vivir la cuasi servidumbre como empleada doméstica, en los talleres clandestinos y en fábricas.
RE.- ¿Cuántas horas trabajabas en estos talleres?
NM.- El máximo periodo de trabajo fue de 18 a 36 horas porque los patrones deben llevar la producción comprometida en un tiempo determinado y para eso el obrero debe duplicar su fuerza laboral y sin límites de horas de labor.
RE.- ¿Cuál es la situación de la mujer obrera y madre de familia?
NM.- Las mujeres en los talleres clandestinos tenemos la posibilidad de levantarnos de la cama a la máquina y de ella nuevamente volver al lecho y no hay posibilidades de viaje, menos otras actividades sociales.
En los talleres textileras existe el “robo” de un poco de tiempo al trabajo para dedicárselas al hijo, al marido o nosotras mismas porque no hay tiempo ni para hacerse la limpieza personal sino restas un poco de espacio a tu responsabilidad laboral que es de 18, 20 o más horas.
RE.- ¿La situación de la mujer y el hombre es lo mismo en los talleres?
NM.- En el ámbito laboral, las mujeres estamos condicionadas al mismo régimen laboral en cada taller y según la necesidad de producción del patrón. En la familia, la mujer cumple doble responsabilidad porque no sólo trabaja sino busca un poco de tiempo para organizar y atender a la familia, que a veces excede la capacidad; en tanto, el varón sale aventajado.
RE.- ¿Las autoridades bolivianas hacen algo para cambiar la situación de las migrantes?
NM.- No. tanto a nivel institucional y operativo, la embajada y el consulado (del Estado Plurinacional) no tienen programa de trabajo con relación a la situación de los migrantes bolivianos. Jamás el consulado ha sacado un proyecto para favorecer a la mujer (boliviana) migrante.
RE.- ¿En esta situación las mujeres pueden organizarse?
NM.- Veo que muchas mujeres quieren organizarse, pero no existen las condiciones temporales por la responsabilidad en el trabajo y la familia. La condición de la trabajadora migrante es nefasta porque es imposible robar más tiempo a tu trabajo por el sistema de vida en el exterior.
RE.- ¿Entonces, de cómo decidió organizarse?
Mucho esfuerzo, pero las limitaciones que me impusieron en mis fuentes laborales me motivaron para organizarme porque la situación de acatar (obligatoriamente) más horas de trabajo de lo previsto, estaba sometida a la voluntad de mi patrón y mi pareja descuidando a mis hijos.
Además, soy una obrera migrante con visión clara de clase social entre los explotadores y la explotada a la que yo pertenezco por eso no puedo ser indiferente ante la lucha de las mujeres que están sometidas laboralmente.
RE.- El mensaje para las mujeres bolivianas que en algún momento deciden migrar.
NM.- Pido a las mujeres no permitan que el sistema de trabajo en el extranjero les limiten a organizarse para ejercer sus derechos humanos y laborales ante un gobierno, ya sea de residencia o de origen, fundamentalmente para velar los derechos de sus hijas e hijos.
Las mujeres trabajadoras del mundo deben hacer eco de la reivindicación de sus derechos fundamentales y poner atención a la crisis económica mundial que agravaría las condiciones laborales y familiares, sostuvo Noemí, en entrevista con Erbol y colaborada por Delia Colque.
0 Comments:
Publicar un comentario