La marcha de los indígenas bolivianos crece hoy con el apoyo de diversos sectores mientras ingresa a La Paz, tras 66 días de caminata desde la Amazonía para oponerse a la construcción de una carretera que partirá en dos una reserva natural.
Universitarios, indígenas andinos, maestros, sindicalistas, autoridades de la Iglesia católica y vecinos saludaron la movilización o se sumaron a su paso, tras comenzar el ingreso desde el caserío de Urujara, donde los marchistas pernoctaron.
El presidente de la Confederación de los Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (Cidob), Adolfo Chávez, ratificó hoy la decisión de entrar a la plaza Murillo, donde están el Palacio de Gobierno y el Parlamento, para asistir a una misa en la catedral al mediodía (04.00 GMT).
"Vamos a pasar por la plaza Murillo, corresponde hacerlo y aclaramos que no venimos a apalear a nadie", apuntó Chávez.
La plaza Murillo no está cercada por los policías, pero en el lugar se encuentran un camión antidisturbios y dos ambulancias, según reportaron los medios locales.
Chávez agregó que dedicarán esta jornada a saludar a diversos sectores para agradecer su apoyo y que mañana puede concretarse el diálogo que ofreció el presidente Evo Morales sobre sus demandas.
El mandatario hizo conocer el martes su disposición de conversar de forma directa con los líderes indígenas, tras más de dos meses en los que rechazó ir al encuentro de la movilización.
Los indígenas exigen a Morales que detenga la construcción de una carretera que atravesará el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) y está financiada por Brasil y construida por una firma de esa potencia regional.
La marcha llega después de que Morales sufriera el domingo la primera derrota electoral desde 2005, en unos comicios judiciales en los que la oposición impulsó los votos nulos o en blanco, que superaron un 60 por ciento , y el mandatario los sufragios válidos, que no llegaron a 40 por ciento . EFE
Universitarios, indígenas andinos, maestros, sindicalistas, autoridades de la Iglesia católica y vecinos saludaron la movilización o se sumaron a su paso, tras comenzar el ingreso desde el caserío de Urujara, donde los marchistas pernoctaron.
El presidente de la Confederación de los Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (Cidob), Adolfo Chávez, ratificó hoy la decisión de entrar a la plaza Murillo, donde están el Palacio de Gobierno y el Parlamento, para asistir a una misa en la catedral al mediodía (04.00 GMT).
"Vamos a pasar por la plaza Murillo, corresponde hacerlo y aclaramos que no venimos a apalear a nadie", apuntó Chávez.
La plaza Murillo no está cercada por los policías, pero en el lugar se encuentran un camión antidisturbios y dos ambulancias, según reportaron los medios locales.
Chávez agregó que dedicarán esta jornada a saludar a diversos sectores para agradecer su apoyo y que mañana puede concretarse el diálogo que ofreció el presidente Evo Morales sobre sus demandas.
El mandatario hizo conocer el martes su disposición de conversar de forma directa con los líderes indígenas, tras más de dos meses en los que rechazó ir al encuentro de la movilización.
Los indígenas exigen a Morales que detenga la construcción de una carretera que atravesará el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) y está financiada por Brasil y construida por una firma de esa potencia regional.
La marcha llega después de que Morales sufriera el domingo la primera derrota electoral desde 2005, en unos comicios judiciales en los que la oposición impulsó los votos nulos o en blanco, que superaron un 60 por ciento , y el mandatario los sufragios válidos, que no llegaron a 40 por ciento . EFE
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