Deslizamiento pone en peligros los vecinos de Alpacoma

La Alcaldía de El Alto instruyó ayer evacuar 15 viviendas ubicadas al borde del barranco de Tejada Alpacoma, que sufrió un deslizamiento el domingo pasado. Las autoridades argumentaron que éstas corren el riesgo de desplomarse.

Sin embargo, los vecinos se oponen a esta determinación por temor a perder sus moradas, ya que creen que después de abandonarlas no podrán regresar a ellas. Por el contrario, conminaron al alcalde Édgar Patana a que efectúe los trabajos de estabilización del área bajo la amenaza de movilizarse si no cumple con esa labor.

Pese al pedido de los vecinos, el alcalde Édgar Patana no llegó hasta el sitio afectado y sólo se presentó a unos 300 metros de distancia, en un descampado donde el martes se produjo un asentamiento. Allí explicó a los medios de comunicación que las 15 viviendas, donde habitan 60 personas, corren el peligro de ser afectadas si es que el deslizamiento avanza.

Luego de la caída del domingo, el barranco está a sólo 20 metros de las casas y separado únicamente por la avenida Panorámica, que es de tierra. Cada año se producen desmoronamientos en la pendiente, que así se acerca cada vez más a los inmuebles. Hace una década, la distancia entre ellos y la caída era de, aproximadamente, 150 metros; ahora se ha reducido a 20.

Mientras Patana comentó ayer que la municipalidad conseguirá vituallas y carpas para el traslado de las familias a un lugar más seguro, éstas protestan por la falta de acciones por parte de la Alcaldía. “Antes de tomar una decisión unilateral, que concluya los trabajos en este sector”, dijo uno de ellos.

“No vamos a vivir en otro lado, éstas son nuestras casas. Además, después van a salir con el tema de que es inestable y de que no podemos volver, y nos quitarán las viviendas”, argumentó Julia Cusi, quien cree que la zona puede estabilizarse con trabajos “especializados”.

El subalcalde del Distrito 1, Rafael Llusco, informó de que las 15 familias ya fueron notificadas para que evacuen. Al recalcar que no lo harán, el presidente de la zona, Martín Canaviri, precisó que no son 15 sino 60 las viviendas, ubicadas en tres manzanos, que están en peligro. Hasta ayer, la Alcaldía alteña sólo desplegó un tractor, que únicamente retira el material deslizado, pero no realiza labores para frenar el movimiento de tierra como la conformación de banquinas.

El oficial mayor de Obras y Medioambiente, Heriberto Mamani, explicó que no se efectúan esos trabajos debido a que primero se hace una evaluación geológica del sitio y de los daños provocados por el hundimiento. Argumentó que la tarea que emprenderá la municipalidad no será temporal sino “permanente”.

De acuerdo con los cálculos del geólogo de la Dirección de Riesgos de la Alcaldía de La Paz, Pavel Mareño, quien ayer inspeccionaba el fenómeno, el domingo se desplazaron 15 mil metros cúbicos de tierra. Enfatizó que no se puede estimar la inversión que se requerirá para controlar el movimiento de tierra.

Retoman terrenos

Unos 18 mil metros cuadrados destinados a áreas verdes fueron retomados ayer por la Alcaldía de El Alto, ya que loteadores pretendían venderlos en 164 lotes, y porque esos asentamientos “provocan derrumbes”.

Testimonios

Martín Canaviri: ‘No queda otra que protestar’

“Vamos a esperar una respuesta operativa del Alcalde, de lo contrario no queda otra que protestar y movilizarnos. Vamos a bloquear la Alcaldía y de ser posible los vecinos de este distrito serán los que vayan a pedir las obras que necesitamos, estamos unidos en esto y no daremos marcha atrás”, enfatizó el presidente de la junta de vecinos de Tejada Alpacoma, Martín Canaviri, quien anunció la movilización de todos los habitantes de este barrio afectado.

Juana Irazú: ‘La tierra fue desapareciendo’

“Hace unos 30 años aquí había árboles, teníamos lugares para pasear y descansar en familia, no sólo los de este barrio, sino que se veía cómo llegaban de otros lugares. Pero poco a poco la tierra fue desapareciendo, había días en que te levantabas y ya no veías tierra, sino un espacio más grande, lo que nos hacía temer y llorar siempre”, relató la vecina Juana Irazú, parada al borde del barranco que ahora amenaza con llevarse su vivienda.

La Razón