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El clásico paceño dejó un empate de uno a uno con sabor amargo para The Strongest y, de forma aparente, conformó a los celestes, no sólo por la igualdad, sino por la producción.
En el primer tiempo del cotejo jugado en el estadio Siles, The Strongest se puso arriba en el marcador por intermedio de Escobar, por la vía del penal, a los 30 minutos, fue, desde el dominio atigrado, absolutamente justo.
Bolívar no pudo responder como habitualmente lo hace, porque los atigrados cerraron los espacios y se fueron con la victoria parcial.
Cuando todo hacía suponer que sería cuesta arriba para los celestes, a los tres minutos del segundo periodo Rodríguez puso el uno a uno y a partir de ese momento, salvo esporádicas acciones individuales, como el mano a mano de Soliz con el arquero, Quiñónez o, el mano a mano de Lizio con Vaca, no se pudieron concretar por falta de energías como declararon los propios jugadores.
El clásico resultó igualado, pero se sufrió más del lado gualdinegro que del celeste y, como era de esperar, el cansancio se hizo presente en el segundo tiempo, lo que determinaba una caída en el ritmo del encuentro.
En todo caso, la igualdad está planamente justificada.
Erbol
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