Los ministros de los países que integran la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), que se reúnen en la colombiana Cartagena y en la que participan los ministros bolivianos de Relaciones Exteriores, de Defensa y de Justicia, analizan una estrategia regional para enfrentar al crimen organizado que mueve anualmente al menos 2,1 billones de dólares, informaron fuentes oficiales. Los ministros de la Unasur firmarán el viernes la Declaración de Cartagena, después de analizar las amenazas que ponen en riesgo la estabilidad y la seguridad de la región, puntualiza una fuente del Ministerio de Defensa. Por Bolivia participan en ese foro los ministros de Defensa, Rubén Saavedra, de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca y de Justicia Cecilia Ayllón, que junto a sus pares de al menos 12 países rubricarán esa declaración. "El objetivo del encuentro de ministros de Unasur es analizar la adopción de una estrategia regional que prevenga y enfrente de manera eficaz las amenazas de la delincuencia organizada trasnacional y las nuevas amenazas en la región", subraya un boletín institucional. Según esa fuente, en la primera jornada que se realizó el jueves se identificaron las características, el modus operandi y las mejores prácticas conjuntas de los Estados para hacer frente a la delincuencia organizada. El ministro de Defensa colombiano y anfitrión del evento, Juan Carlos Pinzón, en su discurso inaugural abogó por la creación de un foro que coordine el combate a la delincuencia trasnacional y las nuevas formas de criminalidad. Entre los delitos mencionó el tráfico de armas, de municiones y explosivos, el tráfico ilícito de migrantes, de personas, producción, tráfico y consumo de drogas, lavado de activos y corrupción. El Presidente Pro Témpore del organismo suramericano y Canciller de Paraguay, Jorge Lara Castro, destacó que la delincuencia organizada genera ingresos de al menos 2,1 billones de dólares anuales, lo que equivale a un 3,6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial. La Secretaria General de la UNASUR, María Emma Mejía, consideró que "este momento es muy propicio para abordar ese flagelo, toda vez que Suramérica se ha consolidado como una zona de paz y un poder emergente desde el punto de vista económico". Aunque calificó como un "desafío muy grande", Mejía se mostró confiada en que al término de la reunión los ministros, viceministros, que asisten al foro, habrán configurado una nueva lucha que tendrá la forma institucional conveniente. ABI

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