Esta semana viajamos a Bolivia pero para quedarnos cerca de sus fronteras, del límite con Perú y con Chile, y cerca de dos mujeres que elijen día a día esforzarse y trabajar para ser las escritoras de su propio destino. Diario de piratas, dirigido por Álvaro Olmos, es el retrato de dos mujeres que a la vez son muchas, el retrato de un país donde lo ilegal es legal y lo prohibido es permitido si muchos lo hacen.

Diario de piratas es un largometraje de 52 minutos, producido por Casa productora Moushon Studios, en co-producción con la Autoridad Audiovisual Consejo Nacional de Cine y Televisora Pública Bolivia TV. 

Diario de piratas (Bolivia) 

Virginia (60) es una profesora de Educación Física en Cochabamba que viaja a Iquique (Chile) para traer toallas de contrabando y ganar un dinero extra; Yesenia (22) es una joven estudiante de cocina en la cuidad de El Alto que viaja a Desaguadero (Perú) para comprar ropa y venderla en un mercado popular de Oruro y así pagar sus estudios de cocina. Ambas mujeres son la muestra de una sociedad boliviana que trabaja incansablemente por sus ideales y por su familia. Diario de piratas relata de forma paralela la sencillez y semejanza de dos generaciones, dos heroínas anónimas que son las escritoras de su propio destino.  

Virginia intercala su vida entre su rutina diaria, sus últimos años de trabajo en una escuela y un último viaje a Chile, en ese país ella camina por una ciudad que la confunde con cualquier otro de sus habitantes. Ella, junto a su mercadería, espera el momento de retornar a Bolivia donde a la vez otra aventura comienza: cruzar la frontera con la mercadería completa y retornar a la ciudad donde empezó la travesía. Al mismo tiempo, Yesenia trata de organizar su vida entre su trabajo como ayudante en un restaurante, sus estudios de cocina y sus viajes de compra y venta de productos de contrabando, ella es parte de una ciudad caótica como El Alto, pero a su corta edad ha aprendido a encontrar el orden para todas sus actividades, incluso, acostumbrarse a dormir entre tres y cuatro horas al día. Ambas mujeres habitan en ciudades que han aprendido a evadir la autoridad para crecer honestamente, circulando por carreteras solitarias y peligro constante. 

 “Diario de piratas no es un documental sobre contrabando, no indagamos sobre las causas y procedimientos de los contrabandistas, ni tampoco se pretende denunciar la corrupción reinante en las fronteras bolivianas, nuestra idea es más simple, pero a la vez compleja; observamos y seguimos a dos mujeres contrabandistas en diferentes puntos de Bolivia y explicamos su naturaleza, sus caminos, sus rutinas y objetivos, una es el reflejo de la otra, y aunque sus edades, estratos sociales, ciudades y momentos son diferentes, ambas son la constitución de una misma persona”, Álvaro Olmos, director. 
http://www.doctvlatinoamerica.org 
27/11/2012

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