“¡Compre, compre sus bebés; compre billetitos; compre víveres; compre gallos!". Así ofrecían los artesanos y así compraban los ciudadanos los amuletos más populares en el inicio de la Alasita, que significa “comprame”. En la inauguración de la fiesta del Dios de la abundancia que congregó a miles de personas, los billetes, víveres y gallos fueron los más requeridos.  

La feria Alasita, término aymara que quiere decir “comprame”, como todos los años fue inaugurada a las 12.00 por autoridades municipales, departamentales y nacionales en el campo ferial del Parque Urbano Central de La Paz. El acto congregó a miles de personas de todas las edades, que presurosas, se dedicaban a comprar las miniaturas que simbolizan los sueños que se espera hacer realidad en el año.  

Esta tradición que data del año 1781. En tiempos coloniales el corregidor de La Paz Sebastián Segurola oficializó la celebración en honor al dios de la abundancia, el Ekeko, como agradecimiento porque la ciudad se había salvado del cerco indígena de Túpac Katari. La festividad ha sobrevivido fortaleciendo sus costumbres hasta nuestros días. 

 Los paceños hoy siguen los ritos de challar las minuaturas de la que consideran una de las fiestas más sanas pues en la Alasita el consumo de bebidas alcohólicas es mínimo.  
Don Juan Carlos Sánchez, quien conversó con Oxígeno en la Feria califica a la Alasita como una de las tradiciones "más bonitas porque todos creen que van a obtener algo comprando miniaturas”.  

Tania Mendoza tiene una opinión similar. Dice que es una de las tradiciones que no se debe perder y destaca que es una de las pocas fiestas que no lleva al consumode bebidas alcohólicas. “Es una de las fiestas más sanas, a excepción de la challa de algunas personas, pero después no hay mucha bebida alcohólica como en el carnaval o en el Gran Poder”, asegura.  

Mario Claure, por su parte, rescata la fe que tiene la gente a la hora de comprar lo que desea y destaca que esta tradición recupera la esperanza: “Hay cosad que se recuperan un día y que en todo el resto del año se olvida, como la fe en las miniaturas que son hechas de manera artesanal”, afirma. 

 Este 24 de enero, ellos compraron billetitos, víveres, algo de material de construcción, y uno de ellos un contrato de trabajo. Otras personas, como Emma Pérez adquirió un gallo de color blanco que regaló a su compañera de trabajo María Janco.  

“Quiero que mi amiga se case, yo no”, explicó Emma quien sigue la tradición que dice que la presona que haya recibido un gallo de yeso en miniatura encontrará novio. María recibió un gallito blanco para que conozca a un hombre soltero. Los gallos negros personifican a viudos y los gallos rojos a hombres apasionados y con dinero.  

En medio del ajetreo del primer día de Feria y la oferta tradicional de casas, autos, alimentos, materiales y dinero, dos vendedores ambulantes gritaban a viva voz “¡Compre, compre sus bebés!” y ofrecian diminutos muñequitos para aquellas personas que desean tener hijos.  

Los comerciantes aprovecharon este día para obtener mayores gananciaspor la cantidad de la gente que se dio cita en la Feria principal y en otras que se instalaron en macro distritos. Algunos productos aumentaron un poco su precio. Oxigeno 24/01/2013

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