El nuevo embajador de Estados Unidos en Bolivia aún no tiene el beneplácito del Gobierno de Evo Morales e incluso su nombre se mantiene en reserva, pero ya está advertido por el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, de que si Estados Unidos mantiene su injerencia será echado del país.  

“Ustedes y el país serán testigos cuando esa relación se quiebre unilateralmente por Estados Unidos. Esta no es una amenaza. Es un ejercicio democrático, constitucional, es un atributo del Estado, decirle a un embajador y su Gobierno, sabe qué señor, como se ha pasado de la raya hemos tomado la decisión de que vuelva a su país a reconsiderar sus acciones y nosotros también reconsideraremos esta relación”, dijo Quintana a los medios estatales.  

Para aclarar dudas continuó: “Lo que yo he dicho de manera clara es que nuestro Gobierno se reserva su derecho de mantener sus relaciones con EEUU o con cualquier otro país, pero si estas relaciones se mantienen en el marco del respeto, pero si no hay eso y si se viola la soberanía del país, hay injerencia que lastime la dignidad del país, el Gobierno puede tomar las decisiones que vea conveniente”.  

Antecedentes  

Estas advertencias se producen dos días después de que el presidente Evo Morales acusara a EEUU de usar al ciudadano Jacob Ostreicher para conspirar contra su Gobierno. 

  Quintana señaló, además, que el Ejecutivo tiene pruebas para presentarlas al presidente de EEUU, Barack Obama, sobre el hostigamiento e injerencia de ese país en asuntos de Bolivia. "Estamos haciendo un seguimiento escrupuloso a los actos de la potencia en nuestro país. Hay tantas evidencias para entregar a Obama y decirle que dejen de hostigar al Gobierno boliviano, dejen de cercarlo políticamente y de emboscarnos”, dijo.  

Citó entre las supuestas pruebas los informes que emite Estados Unidos sobre la lucha contra el narcotráfico y otros donde Bolivia queda mal parada. “Los informes nos desacreditan en el contexto internacional, cuando hemos hecho lo que nadie ha hecho en la lucha contra el narcotráfico”. 

 La investigación Las acusaciones de Ostreicher han permitido descubrir una red de extorsión que funcionaba en el Gobierno. La pregunta ahora es qué pasará con el caso si el Ejecutivo cree que Ostreicher es solo un instrumento político de EEUU. 

 “Esa pregunta habría que trasladársela al Ministerio Público. No hay nada que ocultar, no hay a quién encubrir, por tanto vamos a seguir cooperando a los órganos de justicia”, recalcó la autoridad
El Deber
06/01/2013

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