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La hinchada del club brasileño Corinthians promete "invadir" las proximidades de su estadio Pacaembú el próximo miércoles, cuando el equipo se mida a puertas cerradas ante Millonarios de Colombia por la Copa Libertadores de América.
El "Timao" fue sancionado por la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) a jugar a puertas cerradas sus tres próximos partidos como local por el Grupo 5 del torneo continental, a raíz de la muerte, el miércoles pasado, de un adolescente de 14 años, ocurrida durante el cotejo entre el equipo brasileño y el San José de Bolivia, disputado en Oruro.
El joven, seguidor del San José, fue alcanzado por una bengala que lanzó un hincha corinthiano durante el partido. "Vamo (sic) invadir. Dentro del Pacaembu sólo caben 40.000 (personas). Afuera caben muchas más", afirma la segunda mayor hinchada de Brasil, a través de una campaña lanzada en Facebook.
Según el diario "Folha de Sao Paulo", la Policía Militarizada informó que no cohibirá ni prohibirá la aglomeración de los aficionados, que se ubicarán en la plaza Charles Miller, frente al estadio, siempre y cuando su comportamiento sea "pacífico".
"Lógico que vamos a movilizar un contingente mayor, pero cerrar la plaza no es una opción. La plaza es un espacio público y el hincha tiene derecho de ocuparla y festejar o protestar", dijo el teniente primero del Segundo Batallón de Choque, Tiago Depieri, citado por el medio.
Además de la obligación de jugar a puertas cerradas como local, la Conmebol resolvió impedirle al club brasileño vender entradas a sus seguidores para los partidos que juegue como visitante.
Paralelamente, doce hinchas corinthianos se encuentran detenidos en Oruro, sospechosos de homicidio y complicidad por la muerte de Kevin Beltrán, a quien la bengala impactó en el rostro. Los brasileños podrían ser sentenciados a entre dos y cinco años años de reclusión.
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