Entre los trabajadores asalariados, la desigualdad es mayor, pues los más pobres ganan 17 veces menos que los más ricos. La pobreza afecta a 6 de cada 10 bolivianos.
La Paz, 28 de abril de 2011.- El “proceso de cambio” no llegó a los trabajadores más pobres, sino que favoreció a los más ricos. Esa es la conclusión del estudio del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) que repasa lo ocurrido en el mercado de trabajo durante la primera década del siglo.
“En las ciudades del eje (La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz), el 20 por ciento más pobre de los trabajadores apenas recibía el 4% de la masa total de ingresos laborales el 2010, mientras que el 20% más rico pasó a concentrar el 48%, 12 veces más en comparación con los más pobres”, afirma en una de sus partes el informe.
La desigualdad campea entre los asalariados
Los datos analizados por la investigación dan cuenta de que la desigualdad salarial es igual de pronunciada, “de manera que el 20% de los trabajadores asalariados peor remunerados solo retienen un ínfimo 2,5% de la masa salarial, 17 veces menos en comparación con la masa salarial que queda en manos del 20% mejor remunerado”. Una situación más atenuada se encuentra entre los trabajadores independientes, dice el informe, “entre quienes el 20% con menores ingresos retiene el 5,2% de la masa de ingresos, mientras el 20% más favorecido concentra el 55,4%, casi 11veces por encima de los más pobres”.
La mayor polarización se encuentra entre los trabajadores asalariados y la pobreza, originada en el mercado de trabajo, sigue siendo ignorada por las políticas públicas en general, y específicamente por la política salarial, se afirma como lógica conclusión.
Pobreza generalizada
De acuerdo con información oficial registrada el 2008 (UDAPE), la pobreza medida a través del ingreso laboral per cápita de los hogares muestra que en los centros urbanos del país, el 60% de la población vive en la pobreza, mientras que el 32% está expuesta a la pobreza extrema o indigencia, con ingresos que ni siquiera pueden costear los gastos de alimentación. La situación de los ingresos es más crítica en las áreas rurales, donde el 74% sufre los rigores de la pobreza y el 53% se halla en la indigencia.
En conjunto, esto significa que con las proyecciones actuales de población, 6 millones de bolivianos estarían enfrentando problemas de pobreza, 3 millones y medio en las ciudades y 2 millones y medio en el campo.
“Esta es la medida de los efectos ruinosos del desempleo y el trabajo precario sobre la calidad de vida de la población en el país”, concluye el CEDLA
Fuente: CEDLA
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