La Paz, 18 Ago (Erbol/Tomado de Oxígeno).- El influyente senador Fidel Surco (MAS) abandonó a sus dos hijos y a su esposa Arminda Colque, quien quedó ciega por efecto de un atentado con explosivos que la Policía aún no pudo resolver. Ante esta situación, el legislador oficialista fue denunciado por abandono ante el Ministerio Público.
“Sólo he pedido asistencia familiar. No sé qué ha sucedido con Fidel pero él sigue siendo mi esposo y le pido que cumpla”, afirmó Colque en un contacto con los periodistas luego de entregar la demanda en un juzgado de El Alto.
“Estoy con estas secuelas que me han dejado de estar ciega, sorda, manca y coja. Ya no puedo desempeñar funciones que quisiera”, dijo Colque este jueves en instalaciones de la Fiscalía de El Alto.
Como Senador, el sueldo de Surco supera los 14.000 Bolivianos, alrededor de 2.000 dólares, una remuneración que supera en 18 veces al salario mínimo pagado en Bolivia.
De acuerdo con Arminda Colque, Surco abandonó su hogar el pasado 20 de mayo y hasta el momento no ha dado señales. El periódico digital Oxígeno trató, este jueves, de comunicarse con el legislador pero su celular se encuentra sin servicio. Anteriormente, Fidel Surco también fue requerido por los periodistas pero dejó de asistir a la Asamblea Legislativa.
En agosto de 2009, la esposa de Fidel Surco sufrió de un atentado en las oficinas del Sindicato de Choferes Volantes Yungas. Ella sostenía un explosivo camuflado en un sobre que le trajo un cartero y al manipular el objeto éste explotó. Terminó ciega y sufrió quemaduras por lo que tuvo que viajar hasta el extranjero para ser operada de emergencia.
Surco fue el dirigente máximo de la Coordinadora Nacional para el Cambio (Conalcam) y dueño de la empresa de transportes a Yungas “Totaí” y llegó a ocupar la presidencia de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado que está a cargo de la validación de la designación de embajadores.
El legislador ya enfrentó problemas con la justicia en 2010, cuando fue arrestado por conducir en estado de ebriedad, incluso luego de haber chocado. Aquel entonces culpó a su chofer de este accidente. En 2009 sufrió un accidente en Escoma y en 2011 en Caranavi. En ambos casos, la Policía no entregó detalles de las circunstancias de estos accidentes.
“Sólo he pedido asistencia familiar. No sé qué ha sucedido con Fidel pero él sigue siendo mi esposo y le pido que cumpla”, afirmó Colque en un contacto con los periodistas luego de entregar la demanda en un juzgado de El Alto.
“Estoy con estas secuelas que me han dejado de estar ciega, sorda, manca y coja. Ya no puedo desempeñar funciones que quisiera”, dijo Colque este jueves en instalaciones de la Fiscalía de El Alto.
Como Senador, el sueldo de Surco supera los 14.000 Bolivianos, alrededor de 2.000 dólares, una remuneración que supera en 18 veces al salario mínimo pagado en Bolivia.
De acuerdo con Arminda Colque, Surco abandonó su hogar el pasado 20 de mayo y hasta el momento no ha dado señales. El periódico digital Oxígeno trató, este jueves, de comunicarse con el legislador pero su celular se encuentra sin servicio. Anteriormente, Fidel Surco también fue requerido por los periodistas pero dejó de asistir a la Asamblea Legislativa.
En agosto de 2009, la esposa de Fidel Surco sufrió de un atentado en las oficinas del Sindicato de Choferes Volantes Yungas. Ella sostenía un explosivo camuflado en un sobre que le trajo un cartero y al manipular el objeto éste explotó. Terminó ciega y sufrió quemaduras por lo que tuvo que viajar hasta el extranjero para ser operada de emergencia.
Surco fue el dirigente máximo de la Coordinadora Nacional para el Cambio (Conalcam) y dueño de la empresa de transportes a Yungas “Totaí” y llegó a ocupar la presidencia de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado que está a cargo de la validación de la designación de embajadores.
El legislador ya enfrentó problemas con la justicia en 2010, cuando fue arrestado por conducir en estado de ebriedad, incluso luego de haber chocado. Aquel entonces culpó a su chofer de este accidente. En 2009 sufrió un accidente en Escoma y en 2011 en Caranavi. En ambos casos, la Policía no entregó detalles de las circunstancias de estos accidentes.
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