Llegada de la marcha y las elecciones pueden coincidir

Ni el calor ni las ampollas que tienen en los pies, impidió ayer que la marcha de los indígenas de tierras bajas acelere el paso y avance 31 kilómetros, desde la población de Caranavi hasta San Pedro. 

Con ese recorrido, la marcha, que rechaza la construcción de la carretera Cochabamba-Beni por pasar por el mismo corazón del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), se encuentra a 131 kilómetros de la ciudad de La Paz. 

Según el presidente del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq), Rafael Quispe, la marcha podría arribar a la Sede de Gobierno el próximo jueves. 

Sin embargo, dijo que ésa es sólo una probabilidad, ya que desde la población de Yolosa, donde estiman llegar el martes, deberán enfrentar al frío y realizar una caminata cuesta arriba. 

En tanto, el presidente del TIPNIS, Fernando Vargas, indicó que por la situación geográfica, la marcha llegaría después de las elecciones judiciales. 

De ser así, la movilización vulneraría el Auto de Buen Gobierno de 72 horas que se dictaría días previos a los comicios judiciales, que se cumplirán el domingo 16 de octubre, 

Al respecto, Vargas indicó que si el Gobierno del MAS asume cualquier medida contra la marcha, “será la segunda vez que nos reprima”. Aclaró que la marcha indígena no está en contra de las elecciones. 

AVANCE En tanto, ayer, los marchistas aceleraron la caminata, ya que avanzaron 31 kilómetros, distancia superior a los recorridos anteriores (20 Km como promedio).  

De Caranavi llegaron a Chojña, donde descansaron y compartieron un almuerzo. Luego retomaron la marcha hasta llegar a San Pedro, donde desde anoche se encuentran. 

Según fuentes indígenas, hoy reiniciarán la caminata y prevén llegar a El Choro, distante a 25 kilómetros de San Pedro. 

Asimismo, se indicó que un grupo de pobladores de Caranavi hace campaña para reunir personas, que en las siguientes horas podrían ir a reforzar la movilización indígena. 

En la columna de marchistas hay mujeres que con niños en brazo marchan en defensa del TIPNIS.

Opinión