El vicepresidente Álvaro García Linera visitó el martes a las familias damnificadas por el desborde del río Acre, que afectó a la población fronteriza de Bolpebra y a al menos seis barrios de la ciudad de Cobija, y ratificó la solidaridad del Gobierno boliviano ante ese desastre natural nunca antes visto por los pobladores de ese departamento amazónico.
García Linera acompañado por el ministro de Defensa, Rubén Saavedra, arribó a la capital de Pando junto a un avión Hércules que transportó toneladas de ayuda humanitaria, entre otros, carpas, alimentos y vituallas para atender las necesidades urgentes de más de 800 familias que se quedaron sin hogar.
El segundo Mandatario recorrió las zonas anegadas por el agua y escuchó las demandas de los pobladores que perdieron sus pertenecías por la riada, que según últimas reportes subió entre 6 y 8 metros, como no había sucedido desde 1981.
"A todos nuestros hermanos y hermanas de Cobija que han sido afectadas, estamos aquí con nuestro Ministro de Defensa con el Gobernador del departamento y con la Alcaldesa de la ciudad, muy apenados por todo lo que ha sucedido en sus casas y en sus barrios", sostuvo tras estrechar la mano de las familias afectadas.
El Vicepresidente manifestó su sorpresa por el relato de un poblador que vive hace 60 años en Cobija, quién comentó que nunca antes había visto una tragedia tan terrible en esa región amazónica.
"Como ustedes saben esto no es culpa de nadie, es la naturaleza que a veces se comporta de una manera. Me decía un caballero que vive 60 años acá que nunca había visto una cosa tan terrible, nunca había visto que el agua suba tanto en esta ciudad", subrayó.
Aseguró que para afrontar esa "desgracia" se debe trabajar de manera conjunta entre el Gobierno nacional, departamental y municipal, además de la población para poder "defendernos, cuidarnos, protegernos y ayudarnos" como hermanos bolivianos.
Recordó que apenas el presidente Evo Morales se enteró de la crecida de río, la instrucción "fue muy clara" de atender de inmediato la emergencia, para que no haya pérdidas humanas.
En esa línea, el Gobierno instruyó el envío de aviones Hércules con ayuda humanitaria para atender las necesidades de las familias damnificadas.
En las últimas horas, el Primer Mandatario instruyó también al Vicepresidente y al Ministro de Defensa preparar un proyecto de Decreto Supremo para declarar emergencia nacional por los efectos del fenómeno meteorológico La Niña, que afectó a varias regiones del país y que hasta la fecha damnificó a más de 8.000 familias.
Además el Gabinete ministerial que sesionará el miércoles en la madrugada, prevé aprobar un Decreto Supremo para implementar un plan habitacional destinado a las familias damnificadas por el desborde del río Acre.
ABI

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