La larga disputa para albergar la sede de un gigantesco radiotelescopio, el más poderoso del mundo, que permitirá hurgar en los confines del universo en busca de naves extraterrestres, agua u otros signos de formas vitales, finalizó el viernes con la decisión salomónica de dividir el proyecto en dos e instalar bases en Australia y Sudáfrica.

“Nos hemos decidido por una solución de dos bases”, dijo John Womersley, director del proyecto Square Kilometre Array (SKA, o Matriz de un Kilómetro Cuadrado), durante una conferencia de prensa en Holanda, después de una reunión de los máximos responsables de esa entidad. Sudáfrica y Australia lucharon ferozmente por ser sedes.

Tamaño. Concebido hace dos décadas, el proyecto SKA posee un tamaño sin igual y representa un nuevo nivel en la tecnología para esos fines, al utilizar un verdadero bosque de antenas para captar señales de radio provenientes de fe- nómenos cósmicos no detectables por telescopios ópticos.

Entre sus objetivos se incluyen estrellas que parpadean al nacer o estallan a su muerte, agujeros negros, la misteriosa “energía oscura” y restos de eventos ocurridos en el amanecer del universo, hace unos 14 mil millones de años.

El proyecto original considera la conexión de unas 3.000 antenas, ordenadas en grupos a lo largo de cinco brazos en espiral que se van alejando gradualmente del centro. Juntas, cubrirían un km2. El costo total del proyecto asciende a 1870 millones de dólares.
AFP / Ámsterdam (Holanda)

BTemplates.com

Categories

Popular Posts

Blog Archive