Los trabajos en el cerro Mutún están paralizados. Algunos ejecutivos están por irse del país. El Gobierno lanza advertencias y los inversionistas anuncian ‘guerra’ legal.
El cobro de dos boletas bancarias por segunda vez consecutiva en dos años a la siderúrgica india Jindal Steel Bolivia por un monto de $us 36 millones por el supuesto incumplimiento en sus compromisos para seguir al frente de la explotación de Mutún en la localidad fronteriza de Puerto Suárez, enoja a los inversionistas, que prácticamente tienen listas sus valijas para retornar a su país.
Mientras el ministro de Minería, Mario Virreira, en una rueda de prensa explicó ayer al mediodía que la Jindal debe renovar otra vez sus boletas de garantía hasta la próxima semana si es que quiere continuar en la explotación de Mutún, estos ya hablan de irse de Bolivia, pues hay un ambiente adverso a sus intereses.
Precisamente ayer se decidió paralizar todas las actividades en el gigantesco cerro Mutún. El acopio de minerales, la salida de los camiones con el mineral hasta la Central Portuaria Aguirre, un preaviso de liquidación a una empresa subcontratista y el viaje de algunos ejecutivos a su país marcan el ambiente tenso que se vive en esa región.
A las 20:00 Jindal emitió un comunicado en el que advierte que defenderá sus intereses en los ámbitos legales que corresponda para recuperar su dinero. Además afirma que “evalúa los hechos suscitados para considerar su continuidad en Bolivia”.
Asimismo, aclara que la responsabilidad en la demora de renovación de la boleta de garantía es de la Empresa Siderúrgica Mutún (ESM) por no remitir una carta al Banco de Crédito; el directorio de la ESM también criticó la actitud del presidente, Sergio Alandia, por violar la resolución 001/2012 que avala a la Jindal la renovación de la boleta por 90 días.
Al respecto, Olvis Hurtado, presidente cívico de la provincia Germán Busch, y Álex Antelo, presidente del Concejo Municipal de Puerto Suárez, advirtieron con iniciar medidas de presión a partir de la próxima semana.
Hace dos años el titular de la ESM, Sergio Alandia, cobró la primera garantía de $us 18 millones, acusando a la empresa de retraso en sus inversiones, lo que derivó en un arbitraje entre las partes.
Sin embargo, la empresa ha señalado varias veces que el Gobierno no ha facilitado su trabajo porque primero tuvo problemas para acceder a las tierras donde opera y ahora porque no tiene garantizada la provisión de gas.
YPFB tampoco da respuestas serias y solo se limita a señalar que puede dar 2,5 Mm3/d de gas a la Jindal, pero esta requiere 10 millones para el proyecto.
No hay gas para Mutún
Álvaro Ríos | Consultor en hidrocarburos y energía
Una planta de esta naturaleza requiere de abundante energía eléctrica y gas natural. Jindal demanda un suministro de gas de 10 MMm3/d desde 2017 en adelante. Adivina adivinador, las reservas de gas de Bolivia actuales y, peor aún, los escenarios de producción que se tiene bajo las inversiones previstas y la demanda contratada, no permiten dotar de gas a Jindal, a no ser que se tomen otras decisiones. Bolivia debe tener disponible para Brasil 30 MMm3/d de acuerdo a contrato hasta el 2019, a Argentina tiene que dar 23 millones en 2017 y el mercado interno está actualmente cerca a los 9 o 10 millones y en rápido crecimiento por las nuevas térmicas de emergencia que se están instalando. Por lo expuesto, la oferta para el año 2017 es de 65 a 67 millones y la demanda contratada estará en 63 MMm3/d. Es decir, no hay los 10 millones que necesita Jindal para la planta de acero.
Pésima señal en el mundo
Francesco Zaratti | Analista energético
La firma india Jindal Steel Bolivia sabía desde un principio que el Gobierno nacional no iba a poder cumplir con el suministro de gas natural y si no lo sabía estaba pésimamente asesorada.
Aun así se metió en el negocio. En el fondo, debido a un mal contrato y a las deficiencias de la estatal YPFB. En este asunto todos pierden; el Estado, porque Jindal es la única empresa internacional nueva que ha invertido en Bolivia con Evo Morales y si realmente fracasa será una señal pésima en el mundo de los negocios. La siderúrgica Jindal, por su lado, ha perdido boletas de garantías, e inversiones sin resultados tangibles.
Jindal y Mutún
Mutún. El yacimiento Mutún tiene 40.000 millones de toneladas de reservas de distintos minerales, principalmente hierro, de los que la siderúrgica Jindal debe explotar la mitad, según el contrato firmado en 2007.
La empresa. Jindal tiene inversiones en diferentes países del mundo. En Bolivia debería haber invertido $us 600 millones hasta abril de 2012. La empresa asegura que cumplió, por lo cual ayer envió la documentación al Gobierno.
El Deber
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