El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, afirmó hoy que "hay corrupción hasta en el Vaticano", al responder a preguntas sobre un nuevo escándalo de supuestos actos ilegales de funcionarios de la petrolera estatal YPFB.
En una rueda de prensa en La Paz, Linera señaló que hay que "lamentar este tipo de actos dolosos en contra de los recursos y los intereses del Estado (y) reconocer que hay corrupción hasta en el Vaticano".

"Lo que diferencia a un buen gobernante de un mal gobernante es la actitud que asume ante estos casos de corrupción", afirmó.

Agregó que "la tentación de la carne y la tentación del dinero son demasiados fuertes. Si no caen por un lado, caen por otro".

"Nosotros hemos dado muestras que tenemos la decisión y la autoridad política de sancionar al corrupto, sea quien sea, y de llevarlo en persona hasta la cárcel y encerrarlo ahí", afirmó.

La empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) ha denunciado por supuesto enriquecimiento ilícito a uno de sus gerentes, Gerson Rojas, y a un colaborador de éste, claves en la contratación de obras millonarias en los dos últimos años.

A Rojas se le decomisó una caja de seguridad con 90.000 dólares y anotaciones sobre grandes movimientos bancarios.

YPFB informó que ambos fueron destituidos y arrestados y que en un mes concluirá una auditoría de las licitaciones para la construcción de dos plantas por 658 millones de dólares, una adjudicada en 2011 a la compañía española Técnicas Reunidas y la otra en 2010 a la argentina Astra Evangelista.

La denuncia recuerda otra de 2009 que derivó en una condena de 12 años de cárcel para el entonces presidente de YPFB, Santos Ramírez, cercano colaborador del presidente Evo Morales, por delitos en la contratación de una empresa argentino-boliviana.

Linera dijo que ni él ni Morales van a "encubrir jamás" actos de corrupción, sea quien sea el involucrado.

EFE

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