
Las azafatas, se han convertido en una de las atracciones del evento ferial, pues muchas personas que asisten al mismo, se dan su tiempo para admirarlas, sacarse fotos con ellas y pedirles autógrafos.
La mayoría de los estands tiene por lo menos una azafata. Algunas pertenecen a agencias de modelos y la mayoría son independientes. Muchas de ellas son reconocidas reinas de belleza y maniquíes, a quienes se les paga según su fama, aunque nadie dice cuánto gana por este trabajo.
Los expositores buscan la combinación perfecta para sus azafatas: que sean bellas, famosas, inteligentes y muy simpáticas.
Guapas. Los montereñas Cecilia Paz Paz y Yamile Suárez Arce fueron elegidas el año pasado como las más bellas de la Expocruz, en un evento especial. Recibieron los títulos de Azafata EL DEBER 2011 y Señorita Calendario EL DEBER 2012, respectivamente
Lo que se tiene que hacer para trabajar
Para una jovencita no es fácil ser azafata de la Expocruz. Hay dos maneras de llegar a este trabajo. Uno es mediante una agencia de modelos, que presenta a sus maniquíes a las empresas expositoras, a travéz de fotos que envía por correo electrónico.
Los empresarios seleccionan a las jóvenes y las entrevistan personalmente. Luego escogen a quienes deciden contratar para sus azafatas.
La agencia de modelos recibe el 30% del monto que se la paga a la azafata.

“Todos los días las visitamos, llevamos desde toallas higiénicas, porque siempre a alguna le viene su periodo, tenemos tabletas para el dolor de bajo vientre, para las jaquecas, curitas para los zapatos, hilo y aguja, y broches, por si es preciso corregir algo”.

En este sentido las chicas deben tener cuidado de no caer en manos de inescrupulosos, que muchas veces las engañan.
Las modelos independientes tienen la desventaja de tener que ser ellas las que cobran por su paga, y se beneifician porque se llevan el 100% de lo que paga la empresa expositora.
Novata. Yoselín Rivero trabajará por primera vez en la Expocruz, estará en Muebles Inti y es modelo independiente
El Deber
Robin Peredo