Sucre, 4 May (Erbol).- La jueza Tercera de Instrucción en lo Penal Cautelar, Jimena Mendizábal, determinó este miércoles el arraigo del jefe de la opositora Unidad Nacional (UN) y empresario cementero, Samuel Doria Medina, por el caso de la Fábrica Nacional del Cemento (Fancesa).
Doria Medina “tiene que presentarse ante la Fiscalía cada 15 días, se ha ordenado el arraigo, también la presentación de cuatro garantes personales”, dijo Mendizábal, tras la conclusión de la audiencia de medidas cautelares en las instalaciones de la Corte Superior de Chuquisaca.
Según el Ministerio Público, Doria Medina se adjudicó irregularmente el 33,34 por ciento de las acciones de Fancesa en 1999 y asumió el control de la empresa chuquisaqueña causando supuestamente daño económico al departamento.
En la audiencia, el fiscal asignado al caso Weimar Guzmán pidió la detención preventiva de Doria Medina y de los ex rectores de la Universidad San Francisco Xabier (USFX) Jaime Robles y Jaime Barrón, quienes junto al actual rector de la casa de estudio Arízaga Cervantes, fueron involucrados en el tema.
Sin embargo, la jueza no dispuso la detención de ninguna de las cuatro personas, porque la Fiscalía no pudo sustentar de manera objetiva y con documentación necesaria su petición.
“Para Jaime Robles se ha ordenado la presentación ante la Fiscalía cada 15 días, el arraigo y la presentación de sólo dos garantes. A Jaime Barrón se le aplicó medidas sustitutivas de que se presente cada 20 días en el Ministerio Público. Para Walter la libertad irrestricta”, explicó la jueza.
Indicó que la decisión fue tomada después de valorar la documentación presentada por la defensa de los acusados, quienes demostraron que en los últimos años la fábrica creció económicamente y estructuralmente tras el convenio suscrito con el mayor accionista de Soboce.
Mientras, en afueras de la Corte Superior de Chuquisaca había una vigilia instalada por simpatizantes de Doria Medina y funcionarios de la Universidad, que festejaron la decisión de la jueza.
Pero el empresario cementero expresó su descontento, porque consideró que se le cortaron la libertad de salir del país para realizar sus negocios en el exterior.
“Yo salgo indignado, porque me enjuician por haber generado más de mil empleos en Fancesa, por haber dejado cuatro empresas después de que me entregaron sólo una administración, pero no pierdo fe en la ley y les pido que ustedes no pierdan la fe en Bolivia”, manifestó frente a sus seguidores.
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