Una polémica situación se vivió en el puerto de Iquique cuando los estibadores marítimos que trabajaban en el lugar la madrugada del sábado se encontraron con la sorpresa de que un buque proveniente de Japón con una carga de alrededor de dos mil cuatrocientos vehículos presentó niveles de radiación al ser inspeccionado por Aduana.
Tal fue la alarma que causó entre los trabajadores, que éstos se contactaron inmediatamente con el diputado Hugo Gutiérrez, quien acudió al lugar para intervenir en la situación, ya que la histeria de los estibadores era demasiada.
Tras dialogar el diputado, los trabajadores, los funcionarios de Aduana y los encargados del puerto, se determinó que a los estibadores que tuvieron contacto con la embarcación se sometieran a exámenes para medir si presentaban niveles de radioactividad, lo que finalmente no ocurrió.
Autos radioactivos
Los que sí presentaron niveles de radioactividad fueron 19 automóviles, aunque todos bajo los índices que son considerados como para decretar alguna alarma.
Así lo explicó el director regional de Aduana, Raúl Barría, en una improvisada conferencia de prensa afuera de ITI ayer a mediodía, donde estuvo acompañado por el seremi de Hacienda, Miguel Ángel Quezada.
De acuerdo a la información que entregó Barría, para decretar alarma la norma chilena estipula que se debe marcar un nivel superior a nueve en las mediciones y los automóviles japoneses marcaron en su gran mayoría entre 1 y 3, siendo el “más radioactivo” un vehículo que marcó 5 en la medición.
Por esta razón, el seremi de Hacienda llamó a la calma y recalcó que estos niveles no son para preocuparse.
Finalmente, el director regional de Aduana explicó que los automóviles serán lavados dentro del buque y que el agua contaminada no podrá ser descargada en territorio chileno.
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