El siete por ciento de los bolivianos consultados en una encuesta dice que tiene una relación sentimental con otra persona que no es la suya; pero el 45 por ciento opina que un amigo tiene una relación extramarital.
Otro dato revelador: seis de cada 10 bolivianos ven con indiferencia la infidelidad en una sociedad que se ha desarrollado en torno a la monogamia, como núcleo de la familia. Y el 12 por ciento, es decir, uno de cada diez, aceptan que una persona tenga relación extraconyugal.
Dichos datos se encuentran en la decimotercera edición de la revista mensual Oxígeno que circula en los puestos de venta, desde el sábado. Son parte de una encuesta exclusiva realizada por la empresa CIES Internacional, en las ciudades de La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz, es decir, en el eje troncal.
El 90 por ciento de los infieles han llegado a los besos y caricias y el 42 por ciento a las relaciones sexuales.
Desagregado por ciudades, en Santa Cruz, el 53 por ciento de estas personas llegaron hasta la alcoba.
Se trata de una encuesta que aborda un mito de la sociedad boliviana, quizá vista como conservadora.
Y los resultados dejan evidencia de que este es un asunto visto sin transparencia y que es mucho más grande de lo que se admite, según ha explicado la empresa encuestadora.
Los datos señalados en la presente nota son algunos de los que ha encontrado CIES Internacional, duranta la encuesta realizada el mes de mayo.
El despliegue completo de la información se encuentra en la revista impresa Oxígeno.
Junto a ese tema, la revista que se respira ofrece un menú exquisito en los campos de la economía, la política, la cultura. Como nuestros lectores ya nos conocen, mostramos los temas que son parte de la coyuntura en profundidad, en suma para entenderlos o verlos desde otro enfoque.
Una parte del menú
El periodista Marco Basualdo se fue hasta el norte de Potosí para ofrecer un reportaje en profundidad del conflicto de Mallklu Khota, cuya mecha ha sido encendida por grupos de personas que tienen la pretensión de explotar los yacimientos que están escondidos en esa región.
Los informes técnicos, las posibilidades de Comibol y la situación de los llamados cooperativistas llevan a una conclusión: el proyecto de Mallku Khota requiere de una gran intervención tecnológica, algo que no puede hacer el estado boliviano, según admite el ministro de Minería, Mario Virreira.
A ese tema se suma una crónica imperdible escrita por Carlos Soria Galvarro en homenaje a su colega Antonio Peredo Leigue, el periodista y político que falleció hace algunas semanas.
Hombre siempre vinculado a la izquierda, en los últimos meses había tomado distancia del oficialismo.
Opinión
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