Jeniffer Salinas, la boxeadora boliviana que radica en Estados Unidos, está de regreso. El 28 de julio se enfrentará, en Carolina del Norte, a la local Angela Gladney, pelea pactada a cinco rounds. La ‘reina boliviana’ hizo la invitación a los bolivianos en ese país para que vayan al evento.
El EpicCenter de la ciudad de Charlotte verá en acción a la representante nacional, que lleva tres meses de intenso trabajo en procura de noquear a su rival, sobre un escenario montado en una terraza del complejo deportivo, que tendrá una cartelera nutrida de combates.
A menos de una semana, sus días empiezan temprano y terminan tarde, ya que sus entrenamientos, el rol de madre y sus compromisos para promocionar la pelea la tienen sin respiro y ansiosa de subir al ring, luego de casi un año alejada de las cuerdas.
El combate por las 126 libras ante su oponente de turno servirá para que la boliviana pueda ingresar nuevamente de forma activa a la comisión de boxeo de Estados Unidos, lo que le permitará más adelante poder presentarse oficialmente en Bolivia, o en cualquier parte del mundo, por un cinturón mundial o sudamericano.
Salinas, que tiene un historial de 14 peleas profesionales, sufrió dos derrotas seguidas en sus últimas presentaciones. Ahora tendrá que cruzar guantes ante una peleadora extremadamente noqueadora por excelencia. Sin embargo, la boliviana dijo no temerle, ya que tiene en mente una radiografía de las cualidades y defectos de su rival.
La última pelea de Salinas se remonta a 2011, por el título Mundial ante la mexicana Jaquie Nava, siendo derrotada por decisión unánime, en una gran actuación, al cabo de diez asaltos. “Era la oportunidad de mi vida, no se dio y ahora regresamos con todo buscando una nueva chance y para ello debo trabajar bastante”, explicó.
Con 30 años y cuatro hijos que mantener, esta rabiosa peleadora no cesa de entrenarse durante tres horas diarias y para ello tiene que estar en todas partes a la vez; dejar a los hijos en una guardería, trabajar de instructora, entrenarse y cumplir con las tareas domésticas de mamá ejemplar, sin conocer la vida social, según confiesa. “No tengo tiempo para ello, más aún mi última bebita con tres meses de nacida debe caminar conmigo al ring”, dijo.
Jeniffer está buscando, a través de este combate, inicialmente ganar y luego tocar puertas solidarias para un patrocinio que le permita gozar de la tranquilidad necesaria que merece una boxeadora de su categoría y talla en este país. Su gran deseo es pelear por algún título importante en Bolivia, mejor si es en Santa Cruz.
Perfil
Sueña con un título mundial
Jennifer Salinas nació el 30 de junio de 1982 en Estados Unidos, pero se crió en Santa Cruz, en el barrio La Morita. Está casada y sus hijos son Leticia (13), Jaida (8), Juan Pablo (4) y Jalia (3 meses). Vivió en Santa Cruz hasta los 15 años y extraña mucho la sopa de maní. La canción Se fue, de Laura Pausini, es su favorita y la película La bebé del millón de dólares la fascina. Entre los colores, el negro y el café son sus preferidos. Su máximo sueño es convertirse en campeona mundial. Está cerca de conseguirlo.
Sus frases
Me entreno para ganar y dejar bien en alto el nombre de Bolivia”
Tengo muchos sueños, pero no pienso renunciar a una corona mundial”
Marco A. Becerra. Virginia
El Deber
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