La Paz, 29 May (Erbol).- “Y ya lo vez, y ya lo vez. Somos campeones otra vez”, coreaban millares de personas mientras abandonaban el estadio Hernando Siles o aguardaban la presencia de los héroes que habían conseguido el décimo séptimo campeonato para el club más laureado de nuestro país.

El bolivarismo que Díez de Medina califica de una fiebre galopante que una vez contraída no deja nunca al hincha se sintió en los cuatro puntos del Hernando Siles durante los 90 minutos del partido, cuyo final estuvo plagado de llanto e incredulidad por cómo se habían presentado las circunstancias.

Los goles se gritaban en el Patria de Sucre, Jesús Bermúdez de Oruro y Ramón Aguilera de Santa Cruz, pero reportes de Potosí y La Paz, donde se jugaban los partidos más importantes, mantuvieron en la incertidumbre a los seguidores del fútbol que esperaron hasta el minuto 23 de la segunda parte para conocer el nombre del momentáneo campeón, Real Potosí.

Furia y reclamos llovieron en La Paz, los dirigidos por Marcos Ferrufino eran campeones por sexta ocasión con la ayuda de una Academia que falló un penal mediante William FerreIra en el primer tiempo (44 PT) y un remate de Gary Paz (23 ST) ahogaba la fiesta de los celestes.

Como un animal herido, el plantel de Hoyos empezó a buscar espacios para llegar al pórtico contrario y los encontró, gracias al brasileño Zé Carlos que corrió como un hombre de 20 a los 36, sacándole ventaja al jugador menos en filas azulgranas que pasó factura al minuto 32 de la etapa complementaria.

¿Cuál es el resultado en Potosí?, preguntada constantemente la persona que pone el dinero en Bolívar, Marcelo Claure, quien tomaba tragos de agua frecuentemente, como si éstos le quitaran la ansiedad y ayudaran a su plantel a conseguir fuerzas de flaqueza en los minutos finales.

“No hay goles en Víctor Agustín Ugarte”, respondían los periodistas a la consulta de Claure. El 0-0 en Potosí inyectó energía en los académicos. Se había logrado el empate ante La Paz (1-1) y el tiempo alcanzaba para una victoria, pese a que el rival luchaba como si fuese otro de los aspirantes a la corona.

Rudy Cardozo fue el encargado de elaborar la jugada del campeonato, el volante tarijeño corrió por la banda izquierda, agotando lo último de sus esfuerzos para colocar el balón en piernas del “Botín de Oro”, William Ferreira, quien nuevamente sintió el sabor del triunfo con la camiseta bolivarista, generando alegría en miles de bolivianos que de seguro corearon los cánticos escuchados en el principal escenario de nuestro país. Bolívar volvió a brillar y hacer que los corazones retumben como tambores dentro del pecho de los hinchas.

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