Lima, 4 Jun (Erbol/Tomado La Tribuna).- Perú elige nuevo presidente este domingo, entre Ollanta Humala, un ex militar del que se teme cambie el modelo económico que ha hecho crecer al país, y Keiko Fujimori, heredera de un régimen caracterizado por la corrupción y la violación a los DDHH, que llegan en empate técnico.

“El país está dividido en dos partes iguales. Hay una elección tan reñida como no se vio nunca antes en la historia del Perú”, dice Fernando Tuesta, director del Instituto de Opinión Pública de la Universidad Católica.

Humala, un militar retirado de 48 años, a quien sus opositores señalan su cercanía con el presidente Hugo Chávez, es temido por la posibilidad de que cambie el modelo económico que ha hecho del Perú el país con mayor crecimiento en América Latina en la última década.

Keiko Fujimori, congresista, carga por su parte el lastre del gobierno de su padre, el ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000), caracterizado por la violación a los derechos humanos y la corrupción por los que él mismo fue condenado a 25 años de prisión.

El debate entonces se ha centrado entre quienes creen que es más importante mantener el rumbo económico y votarán a Keiko, y quienes prefieren a Humala porque consideran impensable para la democracia un regreso de la familia Fujimori y su retorno al poder.

En este último grupo se alineó el premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, quien definió a la candidata como “testaferro de su padre”.

La víspera fueron conocidos dos sondeos, uno a favor de cada candidato, y en el caso de las cuatro consultas, todas señalan empate técnico.

Pero el drama de esta elección –en un país que creció el año pasado casi 9% pero que tiene 34% de pobres– no está en la estrechez del resultado sino en la valoración negativa que los peruanos han hecho de los candidatos.

Giovanna Peñaflor, directora de la Consultora Imasen, dijo a la AFP que “nunca antes había habido una sensación tan marcada de salto al vacío en unas elecciones”.

“En el caso de él, la incertidumbre es de tipo económico, y en el de ella es de tipo democrático. El pesimismo y la polarización seguirán tras las elecciones”, dijo la analista.

“Si Humala gana el domingo el lunes va a haber serias, pero serias presiones de volatilidad financiera en la Bolsa y en el tipo de cambio”, dijo a la AFP Elmer Cuba, de la consultora Macroconsult, una de las más antiguas de Perú.

“Humala no es confiable, pero si demostrara lo contrario ya será demasiado tarde para una crisis que nace como una profecía autocumplida”, dijo a la AFP una empresaria del sector comunicaciones que requirió anonimato.

Una eventual liberación del ex presidente Fujimori temida por la oposición “generaría una situación muy difícil, pues encontraría una oposición social muy fuerte y los problemas de gobernabilidad serían muy grandes”, dijo a la AFP el historiador Nelson Manrique.

ATAQUES

La campaña se cerró el jueves con ataques y promesas renovadas para convencer a un 14% de indecisos en un país de 29 millones de habitantes, de los cuales casi 20 millones están habilitados para votar.

Estos ataques se han dado dentro de un ambiente enrarecido cuyo último capítulo fue la acusación hecha, sin pruebas, por un ex diplomático de EEUU de que el presidente venezolano, Hugo Chávez, le envió 12 millones de dólares a Humala, para financiar su actual campaña electoral.

En conferencia con la prensa extranjera en Lima, Humala dijo que “rechazamos totalmente esa calumnia, es una actitud irresponsable de un ex embajador a título personal, que dice mentiras sin tener pruebas”.

El jueves en la noche el canal Univisión, que emite para la comunidad latina de EEUU, presentó una entrevista en que el ex secretario estadounidense para América Latina Roger Noriega señala que Chávez le ha hecho llegar 12 millones de dólares en los últimos 6 meses a Humala para su campaña electoral.

Según Noriega ese dinero se envió a través de Bolivia y se utilizó a asesores brasileños para ello, aunque rechazó entregar las pruebas que Univisión le solicitó.

“Eso es una intromisión en asuntos peruanos. El año pasado estuve en Washington, hablé con Arturo Valenzuela, en ningún momento puso en duda mis actividades políticas ni me hizo insinuaciones”, dijo Humala ante la prensa extranjera.

Todo lo que aumenta un nerviosismo para una elección en que “la tendencia es que no hay tendencia”, según Alfredo Torres, director de la consultora Ipsos-Apoyo.

Una definición precisa de la campaña la dio el pintor Fernando de Szyszlo, uno de los grandes intelectuales del Perú: “Son dos posiciones extremas que han polarizado el país. Han vuelto muy ácida la elección, envenenada, rabiosa y sin convicción”.

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