La obra del artista Juan Rimsa tiene 2,71 metros de largo, por cuatro de alto.
Se trata de una obra de Juan Rimsa, un lituano que llegó a Sucre en 1936. Estuvo “escondida” durante 68 años, y hace poco la descubrió el Ministerio de Culturas, que cree que se trata del mural más antiguo que existe hasta el momento en Bolivia. Y, menos mal, lo hizo a tiempo, porque la casona donde se aloja, se encuentra actualmente en restauración.
La dirección exacta: calle Grau, número 365, al lado del Instituto Bolivianode la Ceguera (IBC).
La casona que alberga al mural le perteneció a Josefina Reynolds, una de las alumnas del maestro Rimsa, según el responsable del Taller de Restauración, Carlos Rúa, quien dijo que Josefina se encuentra actualmente en un asilo para ancianos de la ciudad.
¿La historia del mural? Rimsa llegó a Sucre para dirigir la Academia de Bellas Artes de ese entonces, según la información que proporcionó al Ministerio de Culturas otro de sus alumnos, Gil Imaná.
Algo lo hizo cambiar de idea, y decidió crear su propia escuela superior de bellas artes, con la ayuda de un grupo de sus alumnos. Josefina fue clave para ese emprendimiento: ofreció su casa para fundar la nueva academia. En uno de sus salones, poco después, Rimsa y sus alumnos pintaron el famoso mural.
Su tamaño: 2,71 metros de largo, por cuatro de alto. Está firmada por el propio Rimsa y fechada en 14 de octubre de 1944.


TÍTULO DEL MURAL
El mural muestra un encuentro de indígenas aymaras. “Fiesta Andina”, se cree que es el título. “Es clara la calidad y la maestría de este artista: el colorido, el trazo, el dibujo… es extraordinaria”, dijo Rúa.
El Ministerio de Culturas lo descubrió en mayo en su intento por localizar murales producidos en el siglo pasado. En Sucre, encontró un total de 18. “Hubo una corriente muralista, influenciada por la corriente mexicana, y Sucre fue la cuna de ese movimiento”, recordó Rúa.
Los otros murales están repartidos en diferentes instituciones, principalmente: Universidad San Francisco Xavier, en el Rectorado, en el Colegio Nacional Junín, en el edificio de COTES, en la Universidad Pedagógica, en la Facultad de Arquitectura de San Francisco Xavier, todos, de los años 50. Muchos de ellos muestran señas de deterioro y su conservación no es la adecuada.
El Ministerio de Culturas planea que la Alcaldía de Sucre y la Gobernación declaren a esos murales “patrimonio” municipal o departamental, según sea el caso, para luego crear un circuito turístico.
“En Sucre hemos encontrado la mayor cantidad de murales pintados al fresco, una técnica muy poco empleada en el país, en la que el artista utiliza una base previa de cal fresca, sobre el que aplica el pigmento o pintura. Al momento de sacar la pintura, se adhiere a la pared y tiene mayor durabilidad en el tiempo. Es una técnica de la época prehispánica y renacentista”, señaló Rúa.
Sucre/CORREO DEL SUR

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