Cientos de indígenas de la IX marcha del Tipnis (Territorio Indígena Y Parque Nacional Isiboro Sécure) ingresaron a la sede de Gobierno luego de caminar más de 600 kilómetros durante 62 días, para entablar un diálogo con el Gobierno.
Las autoridades gubernamentales brillaron por su ausencia y en reemplazo policías, provistos de equipos antimotines, los recibieron con algunos “miligramos de gas”.
El reinicio de la caminata lo marcó una misa ofrecida por el sacerdote jesuita e investigador, Xavier Alvó, quien al son de las quenas y tamboritas, encomendó a la columna indígena su último tramo hacia su destino final, la ciudad de La Paz.
A medida que se iba adentrando la marcha a la ciudad, aparecían los anfitriones paceños entregando apoyo y alimentos a los caminantes.
Sin embargo, marcada fue la recepción de los citadinos respecto al año anterior, cuando un mar humano de gente parecía absorberlos. Hoy la recepción fue calurosa pero con menos cantidad de gente.
Esta misma mañana, otra marcha descendía a la sede de Gobierno. Comunarios de las 20 provincias del departamento de La Paz, a la cabeza de la presidenta de la Cámara de Senadores, Gabriela Montaño, se dirigían hacia la plaza Villarroel. Por ese motivo, la marcha indígena de tierras bajas tuvo que cambiar de ruta para evitar cualquier posible enfrentamiento.
En medio de la gente, los movilizados avanzaron por la avenida Tejada Sorzano. A paso lento, por el trajín de varios días de caminata, hombres, mujeres, ancianos y niños iban acortando distancia minuto a minuto.
Mientras tanto, un fuerte contingente policial resguardaba las cuatro esquinas de la plaza Murillo.
Provistos de escudos, gases lacrimógenos y apoyados por una carro lanza agua, los uniformados no permitieron el ingreso de los indígenas y sus acompañantes al centro político del país, que sólo hasta horas antes había sido ocupado completamente durante cinco días por los que hoy impedían el paso a la columna de marchistas.
“¡Vendidos por 100 bolivianos, déjennos pasar!” “¡La plaza es del pueblo y no de los masistas!” “¡Traigan a sus mujeres, queremos negociar!”, eran algunos de los estribillos que vociferaban los acompañantes de la marcha.
Ante la presión e intento persistente de los indígenas de ingresar a la plaza, los policías rociaron gas pimienta entre los movilizados.
En tono de disculpa por el incidente, el comandante departamental de la Policía, Rosalío Álvarez, justificó, ante los medios, que “sólo fueron unos miligramos” de gas.
Bertha Bejarano, presidenta de la IX Marcha del Tipnis, ante el fallido ingreso declaró “sólo queríamos ingresar a la plaza (Murillo) para descansar, pero este gobierno nos discrimina”. Agregó que mañana insistirán en lo mismo hasta conseguir ingresar.
El viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez, explicó que “el cierre de las vías a la plaza Murillo fue para evitar desmanes entre los grupos movilizados”.
La columna se dirigió a la plaza Mayor, donde los niños y las mujeres indígenas esperaban conjuntamente con funcionarios de la Alcaldía de La Paz para hacer el recibimiento.
Sufrimos muchas humillaciones
La presidenta del Comité de Marcha del TIPNIS, Bertha Bejarano, destacó en su discurso, en la Plaza mayor, que a pesar de la intención gubernamental de poner trabas y escollos para evitar el recorrido de los indígenas, “la marcha logró su objetivo de llegar a la ciudad de La Paz” para defender su “casa grande” de las intenciones del gobierno de construir una carretera por la mitad.
“Que el gobierno a pesar de su campaña millonaria en contra del movimiento indígena, en contra del Parque Nacional Isiboro Sécure ¡Hemos vencido compañeros!. Cuando Caranavi ha puesto su cara y le ha dicho al gobierno de Evo Morales que así no se gobierna”, dijo Bejarano.
Recordó que esta marcha fue bloqueada cuando intentaba ingresar a San Borja y que desde el inició mismo de la marcha los indígenas sufrieron represiones de distinta índole y también tuvieron que soportar humillaciones.
Con tono de amargura relató que desde que se inició la caminata se enfrentaron a actitudes discriminatorias de parte del gobierno nacional, además de la campaña de desprestigio a los dirigentes.
“Hemos caminado justo dos meses, caminando con nuestros hijos, con mujeres, niños y hombres exigiendo el respeto y el derecho constitucional de los pueblos indígenas”, señaló emotivamente la dirigente indígena.
La Universidad Mayor de San Andrés dispuso de algunos ambientes para que los indígenas se alojen mientras duren las negociaciones con el gobierno.
Ahora la marcha espera entablar el diálogo con el presidente Evo Morales bajo el firme propósito de evitar que se construya una carretera por medio del TIPNIS. Ellos exigen la abrogación de la Ley 222 de consulta mientras que el gobierno dice que “esa ley no se toca”.
Erbol
La Paz, 27 junio 2012
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