Foto: ABI |
"Estaba pescando y me mordió un caimán", contó muy adolorido Yamir Colegial Aramayo, un niño de 10 años, después de salir de una intervención de más de dos y media horas en la sala de emergencias del Hospital Materno Infantil de Trinidad, donde dos residentes médicos suturaron sus heridas, realizando un total de 30 puntos, a la altura de la rodilla en la pierna izquierda.
El pequeño Yamir fue evacuado de emergencia la tarde del viernes en una avioneta de la comunidad de San Pablo, población distante a 3 días en motor desde Trinidad. El menor llegó con las heridas todavía sangrando, muy adolorido más lloraba.
"Estaba pescando y ahí me mordió el caimán, era en la mañana", cuenta Yamir, echado sobre la camilla de la sala de Pediatría. El llegó herido y solo. Vestido con una polera roja y un corto camuflado, ambas prendas descoloridas. Cuenta que su mamá se llama Sidia y su papá Jhon y que es el menor de 4 hermanos. Muy calladito, con sus ojos hinchados y un tanto aguados, tan solo mira lo que pasa a su alrededor.
El valiente Yamir fue trasladado inicialmente de emergencia al Hospital de Trinidad, con ayuda de los técnicos de la Consulta Previa, que se lleva a cabo en las comunidades del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) y del doctor Roger Layme, un profesional médico orureño, que trabaja en el Beni.
Sin embargo, no todos los médicos son de vocación, ya que cuando Yamir fue puesto en la camilla de emergencias, los auxiliares de enfermería que lo vieron primero en vez de atenderlo inmediatamente, sacaron sus celulares y comenzaron a tomar fotos de la pierna herida. Una escena por demás lamentable.
Después de pedir una venda y limpiar ambas heridas, los "fotógrafos" lo remitieron al Hospital Materno Infantil, donde los médicos residentes José Luis Foronda (cirujano) y Roger Siles (traumatólogo) atendieron al pequeño.
Después de comprobar que la mordida no comprometió ningún hueso ni tendones, ambos profesionales realizaron una limpieza y una sutura simple, en ambas heridas, la primera unos 10 centímetros por encima de la rodilla y la segunda unos 5 centímetros por debajo.
"Se realizó la limpieza a las heridas bajo anestesia localizada y el lavado de las mismas. Se comprobó que la mordida no comprometió ningún hueso, ni tendones, entonces se procedió a una sutura simple", explicó el doctor Siles.
Por su parte, el doctor Foronda informó que en el proceso de la sutura simple se aplicaron entre 25 a 30 puntos ya que la herida era de bastante magnitud y muy irregular, por lo que tuvieron que cortar tejido para reconstruir lo más estéticamente la herida de la pierna del pequeño.
"Por razones profilácticas se lo está pasando al servicio de Pediatría para su tratamiento antibiótico, analgésico, antiinflamatorio, hasta que el médico (Layme) consiga los medios para retornarlo a su comunidad o se quede en Trinidad", explicaron los galenos.
MÉDICOS DE VOCACIÓN
Mientras los médicos del Hospital Trindad sacaban fotos a la herida de Yamir, el doctor. Roger Layme, un verdadero médico de vocación corría a la farmacia para comprar la venda que pidieron los ?doctores?.
Una vez remitido al Materno Infantil, fue el mismo doctor Layme que ingresó al pequeño en brazos hasta emergencias, donde lo atendieron inmediatamente en la curación y reconstrucción de la pierna del niño.
El doctor Layme, trabaja como médico en San Pablo, pero ahora no puede ingresar a su comunidad debido a las represalias de los "intangibles", que se oponen al proceso de Consulta a los pueblos del TIPNIS.
Pero la ayuda para Yamir, también llegó de manos del doctor Marco Antonio Quintanilla, que desinteresadamente ayudó en la consecución de medicamentos y todo lo requerido para la atención del niño, porque en el horario de la tarde del Hospital Materno Infantil no hay una Trabajadora Social, que ayude con estos casos.
Nos informaron que la trabajadora social del Materno Infantil, Mariela Vaca, sólo asiste en el turno de la mañana, por lo que se entiende que el turno de la tarde nadie se puede accidentar o enfermar, porque no habrá nadie para ayudarlo.
Un día después llegó la mamá de Yamir. Doña Sidia contó que el pequeño nunca lloró y que después de sufrir el accidente simplemente atinó a echarse debajo de una palma, hasta que un profesor y un comunario lo encontraron tendido en el suelo, alrededor de dos horas después de la mordida del caimán.
Publicado el 6 de octubre 2012
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