Cuando me hablan de la Entrada Folklórica Universitaria, es como si el tiempo no hubiese pasado, recuerdo tantos detalles, recuerdo a tantos amigos que apoyaron la idea, incluso a los aguafiestas, es decir a los que no creían en la Entrada, aunque después decían; parafraseando al Papirri, “que bien ha Salido la Entrada. ” - A propósito del Papirri (Manuel Monrroy) nos conocimos en extensión universitaria, “es un testigo viviente”, de los inicios de la Entrada Universitaria.- .
Y así, en marzo de 1988 empieza ésta historia, que ya pasó las dos décadas, aunque los entretelones se iniciaron a fines de 1987, es decir cuando empezó a madurar la idea. No olvido, que caminaba por las distintas facultades de la UMSA, con mi lata de engrudo (harina con agua), pegando afiches convocando a la primera Entrada
Pero todo comenzó cuando lo conocí al Dr. Fernando Cajías De la Vega, por el año 1.984 y fue en un acontecimiento social. Entre bailes y aperitivos, veo a un cotizado en la sala, con gran arrastre en la carrera de turismo; era el Famoso Fer, con quien nos enfrascamos en gran charla (más bien que fue en la primera mitad del acontecimiento, porque en la otra mitad, no se qué hablaríamos). Y así,a los pocos días nos reunimos en el Atrio de la UMSA, con Fer y un grupo de entusiastas, donde se decide refundar la Llamerada, que había quedado trunca con el golpe de García Meza, según cuenta Cajías. Después aparezco en la directiva de sus Llameros”. (Años 1985,86,).En esas intensas sesiones de honor, que tuvimos al fragor del entusiasmo llamerezco, me sugirió Cajías, que me incorporara a Extensión Cultural de la UMSA. (ya no existe esa oficina), no se cuales serían los contactos, pero en septiembre de 1987, me encuentro en las oficinas de Extensión, piso 9 de el edificio Hoy. – me incorporaba comofuncionario de la Universidad -. Ahí conozco a “grandes personajes del que hacer cultural”; David Mondaca, uno de los mejores actores de teatro y del cine nacional,- me declaro su Fans-. Ni que decir de César Junaro, un cantautor que marcó época junto a “Savia Nueva”,(hasta ahora guitarreamos con sus canciones). Asimismo, los que eran responsables del cine y video: Rodrigo Ayala Blusque, Diego Torres, Raquel Romero y un amigo que tenía que enseñar a cantar en el coro, Vladimir Montecinos. Willy Pérez hombre de teatro que sigue trabajando en la UMSA. A esto se suma una aliada de la Entrada, Angelita Gamarra Murillo, quien era la Secretaria de Extensión (hoy la Lic.Gamarra). Todos ellos “Testigos vivientes” (está como para la Meta Física del Papirri). El jefe del departamento de Extensión era el Lic. Ricardo Paz Ballivián, a quién, en primera instancia, tuve que convencer para que éste proyecto pueda contar con el respaldo de las autoridades superiores, es decir que se debía presentar el proyecto de la Entrada, a la magna cesión del Consejo Universitario, con el objeto de lograr el aval de esa instancia. En esas polémicas sesiones, un decano dijo vehementemente: “a la Universidad se viene a estudiar y no a bailar”. Si le hacíamos caso, probablemente no estaría escribiendo ésta historia y si no lo hubiese conocido al Fer, tampoco estaría contándola. Bueno, pero ahora ya no me imagino a la UMSA sin su Entrada Folklórica Universitaria.
Ya ubicado en instalaciones de Extensión Universitaria, mi tarea era promover actividades que tengan que ver con nuestro Folk y me propuse conformar un Ballet Folklórico Universitario, sin tomar en cuenta que para consolidar ésta idea necesitábamos una infraestructura adecuada, con la que no contaba la Universidad (no se si ahora tiene) pero de ello me enteré una vez que ya había salido la convocatoria pública. Desechada esta posibilidad, y motivado por mis constantes viajes al Carnaval de Oruro, donde la participación de la juventud paceña era realmente relevante (ojalá siga siendo), la pregunta era por que no hacer algo parecido en La Paz. No había mucho tiempo para darle vueltas al asunto, pues mi contrato de trabajo era solo por 89 días, que más bien se alargó por mucho tiempo y pude consolidar esta actividad, hoy convertida en Patrimonio Cultural, no solo del estamento universitario si no de todo un País. El principal objetivo fue el de incentivar a los universitarios a que se sientan identificados con nuestra cultura, participando en forma directa de las expresiones folklóricas de nuestro país y asimismo, mostrar con esta actitud, que podemos constituirnos en pilares fundamentales en la defensa de nuestro patrimonio. Convencernos también, que la formación académica no puede estar aislada del conocimiento social y que el futuro profesional, debe conocer mínimamente, el contexto en el que se desenvuelve.
La incomprensión a esta idea, por parte de algunas autoridades universitarias, era el común denominador, pues en muchos de ellos, había duda e incredulidad de que una actividad de estas características, pueda tener respuesta al interior del estamento universitario. Sin embargo no todo fue negativo, otros con dejarme hacer creo que me brindaron su apoyo indirecto.
Era imposible imaginar, la magnitud e impacto que iba a concitar esta actividad, por ejemplo, que los docentes, también se conviertan en protagonistas de esta manifestación cultural y lo propio ocurre con la parte administrativa. Tampoco había pensado que el Folk cultivado por el estamento universitario rompería con el tabú de las Discos, es decir donde la música nacional estaba casi prohibida. Era imposible que una discoteca tenga en su repertorio, una morenada, una diablada, un tinku u otra danza, pero la Entrada, entra con todo y enciende las luces de la identidad y hoy es casi imposible, que en un uno de estos recintosno haya, por lo menos, una tanda de música nacional, donde además, se ostenta bailar con la mayor cadencia y gracia que exige el ritmo. Tampoco imaginé que iba a trascender a otras universidades del país, pues cada vez son más las Entradas Universitarias, que se van consolidando, para convertirse en una especie de cerco, ante una suerte de invasión pasiva, que sufre nuestro país, por parte de culturas foráneas.
Sin duda que la masiva participación universitaria está fortaleciendo nuestra identidad y al mismo tiempo, alargando la vida cultural de nuestros pueblos. A esto se suman otras iniciativas de la época, que con el tiempo también se convierten en referentes culturales tanto en la comunicación como en la música. Es que la década del 80’ fue importante, para la cultura de la ciudad de La Paz, no solo por la Entrada Universitaria que nace en esa época, si no por el surgimiento de importantes aportes; es el caso de la orquesta criolla Música de Maestros, la estudiantina de carnaval “Los Olvidados”, el elenco de humor político “Confidencias”, por citar algunos ejemplos, aunque también esa época tuvo su sabor amargo en la historia política de nuestro país, - el 17 de julio del 80’- que mas bien acabó en “Chonchocoro”.
Como en todo proyecto, el comienzo no fue fácil, pero estoy convencido que la receta para el éxito, es el creer y estar convencido en lo que uno se propone. Enero y febrero de 1.988, fueron los mese mas cortos que he vivido, pese a que la convocatoria, había sido pegada en los diferentes pasillos de la Universidad y haber publicado en algunos medios, la hoja de inscripción todavía permanecía vacía. Los centros de estudiantes no se manifestaban, pese a mis constantes visitas. Ante semejante incertidumbre, salí en busca de gente vinculada a fraternidades folklóricas, pero encontrarlos no fue tarea fácil y peor aún convencerlos para que se sumen a este sueño. Fueron días difíciles, que recuerdo como una inolvidable anécdota. José Luis Etien y Jorge Godines , en representación de los Caporales Centralistas, Reynaldo Guerra de los Antawara La Paz e Ivan Paredes de los Kusillos Pico Verdes, son los primeros en comprometer la participación de sus agrupaciones. Ese aliciente fue muy importante para continuar con la tarea. Luego el Profesor Freddy Bustillos, docente de la Carrera de Turismo, impulsa la participación de sus alumnos con danzas de Salaque y Diablada, acompañados de jóvenes que vestían trajes típicos de Bolivia, y la Facultad de Agronomía que participó con una Tarkeada. La Lllamerada San Andrés, tomó su tiempo en confirmar su participación, pues sus representantes consideraban que su fraternidad había adquirido un prestigio que no les permitía participar en actividades que no tengan relevancia. Es Fernándo Cajías, su presidente, quién los persuadió a participar y hoy tienen un lugar de privilegio en el orden de ingreso de la Entrada. También se sumaron estudiantes universitarios denominados Markas laycu que ingresaron interpretando Kantus. Fueron todos estos grupos, los que sirvieron como una especie de anzuelo, que contagió a todo el ámbito universitario, es decir que se han convertido en los pioneros de la Entrada Universitaria.
Pero no todo quedaba ahí, la difusión, los auspicios, fue otra tarea que también tomó su tiempo, pues no era fácil lograr un acercamiento, tanto con medios de comunicación, como con empresas que puedan cooperar auspiciando el evento, y en ese sentido fueron muchas cartas que envié pidiendo apoyo, que por suerte tuvo su efecto en SAGIC, empresa que embotellaba el singani San Pedro y que a través de su gerente comercial Sergio Zegarra (no creo que continúe en el cargo), brindó un apoyo importante e incondicional, en la promoción de la Entrada. Lo propio ocurrió con la empresa que embotellaba refrescos; Salvietti, Squirt y Royal Crawn, que hicieron los afiches de la primera Entrada. (no se, si los últimos dos refrescos siguen en circulación). Lo que nunca supe es quien hizo el diseño del afiche, solamente que llegó a través de un amigo, (Heber Tejerina).
Asimismo y paralelamente a esas gestiones, había que tramitar permiso para el uso de las vías centrales de la Ciudad, tanto en las oficinas de cultura de la Alcaldía de La Paz, como también en el Comando Departamental de Transito y la Policía para la seguridad de este acontecimiento, que hoy es ya una tradición. Fueron gestiones, con negativas constantes, pues la respuesta era que la Entrada se la haga en lugares fuera del radio urbano o en ambientes cerrados. En esa disyuntiva les propuse, a personeros de cultura del Municipio, remplazar el programa del domingo de Carnaval de La Paz por la Entrada Universitaria, a fin realzar el Carnaval paceño, recuerdo que esta sugerencia la hice a la Sra. Carmen de la Vega Directora de Cultura de esa época, intención que obviamente no prosperó. Entonces consideré el domingo de tentación como fecha de realización, que tampoco resultó factible, porque las fraternidades comprometidas tenían sus actividades en Oruro y no les quedaba tiempo. Entonces, opté por el 5 de marzo, tomado como parámetro un mes después del carnaval, y así fueron los primeros años, ya que una vez consolidada la Entrada se fue tornando en una actividad institucional, y se cambió la fecha al 30 de julio fecha que se recuerda como el día de la Autonomía Universitaria.
En estos trámites, otro de los dilemas fue el recorrido, pues nunca tuve respuesta del municipio respecto al permiso para ocupar el centro de la ciudad, ante esa suerte de respuesta implícita, procedimos y aquí estamos, más de dos décadas rindiendo culto a nuestro patrimonio cultural ocupando las calles céntricas de La Paz. Para esa fecha el recorrido estaba programado desde la calle Bozo esquina Montes, Pérez Velasco, Obelisco, Prado y Atrio UMSA. Pero en realidad fue Pérez Velasco, Prado y Plaza del Estudiante. En estos trámites, otro de los dilemas fue el recorrido, pues nunca tuve respuesta del municipio respecto al permiso para ocupar el centro de la ciudad, ante esa suerte de respuesta implícita, procedimos y aquí estamos, más de dos décadas rindiendo culto a nuestro patrimonio cultural ocupando las calles céntricas de La Paz. Para esa fecha el recorrido estaba programado desde la calle Bozo esquina Montes, Pérez Velasco, Obelisco, Prado y Atrio UMSA. Pero en realidad fue Pérez Velasco, Prado y Plaza del Estudiante.
a que todo estaba casi listo para el día D. nos organizamos con algunos amigos para poder planificar el desarrollo de la Entrada: Emilio Pinto (hoy Viceministro), nunca ha debido subir y bajar trotando, tantas veces la Av. Montes – Prado, controlando el desarrollo de la Entrada. Otro amigo es Ernesto Berthón, que no dudó en brindar su apoyo para que las cosas salgan bien. Lo propio la Srta. Marisol De Zabala, (hoy la Sra. Marisol de Sempértegui – Mi esposa –) cuyo impulso fue muy importante, para no claudicar en momentos difíciles. También se sumó Jaime de la Vega, cuyo vehículo encabezaba la Entrada con un altoparlante, por donde se anunciaba al público la actividad que estaba desarrollando la Universidad, y era Saúl Maldonado, un amigo ligado a la difusión de nuestro folklore (continua en esa actividad), el que hacía de locutor.
Y así llegamos al 5 de marzo de 1988, con 8 grupos folklóricos inscritos que se convirtieron, en el principal anzuelo que contagió, no solo al interior de la UMSA sino con un efecto multiplicador que abarcó a otras universidades del interior del País y a la juventud en general. Ese año empezamos alrededor de las 11 de la mañana y concluimos a la una de la tarde. Si bien el tiempo fue corto, pero la repercusión y el efecto que hoy estamos viviendo, no requiere mayor explicación, pero hoy la recuerdo con gran nostalgia. Asimismo, no se puede soslayar el impulso que dio la prensa, al difundir y brindarle primeras planas de periódicos y espacios estelares en radio y TV. para que hoy estemos disfrutando de tan importante acontecimiento, principalmente para los universitarios. Jorge Torrico, periodista de Radio FIDES, fue otro importante apoyo en la difusión.
El palco oficial estaba ubicado en el paseo del prado sin autoridades, ni políticos ni azafatas de la cervecería, tampoco había figuretis, solo el entusiasmo superaba cualquier aspecto que podría deslucir esta primera experiencia. En resumen, en el palco solo estábamos algunos entusiastas de extensión universitaria con quienes, pasada la Entrada, nos fuimos a brindar al “Rincón Chuquisaca´´ (por eso siempre hay que brindar) –(Ya no hay ese local).
SE VA LA SEGUNDA 1989
Indudablemente que la repercusión al interior de la UMSA fue muy importante para encarar la segunda Entrada. El camino estaba abierto, aunque había que convencer a las nuevas autoridades de la UMSA, es decir al nuevo Rector Lic. Pablo Ramos y a la Vicerrectora Dra. Nila Heredia, aspecto que se dio de manera interesante, pues el afán de los universitarios por participar de la segunda entrada empezó por septiembre del 88’ donde utilizaban, cualquier espacio que estuviese libre para ensayar sus danzas y casualmente un grupo ensayaba cerca de la oficina de Rectorado, sorprendido el Sr. Rector, averiguó detalles y me hizo llamar para decirme: ¿Usted es el que está haciendo bailar a la Universidad? , obviamente me lo dijo en tono de humor, suficiente para que yo continúe con esta tarea. Desde ese día soy amigo de Don Pablo.
Para esta segunda versión mi plan era convertir a la Entrada Universitaria en una suerte de escenario de integración nacional, es decir convocar a representaciones de las diferentes universidades del país, pero como siempre el tema económico, principalmente en temas culturales, es el principal enemigo. Sin embargo logré que los Suri Sicuris de la Universidad Técnica de Oruro – UTO – participen de este acontecimiento y lo propio con una representación de los Caporales San Simón de Cochabamba para hablar del interior y los Antawara de la Universidad Católica de La Paz. Consideraba que esto podía crecer y en el futuro contar con un número mayor de delegaciones, y así lograr un encuentro nacional de universidades en torno a la cultura de Bolivia.
Y así en 1989 participaron más de 40 grupos con una sobre dosis de Caporales y Antawara, alguien decía que no se debía permitir muchos grupos de una sola danza, pero consideraba que en esos momentos había que dejar que fluya, ya que las normas y reglamentos llegarían después y así fue. Ese año la Entrada empezó cerca al medio día y acabamos pasada las 9 de la noche, recuerdo que la Dra. Nila Heredia Vicerrectora de la U, se quedó hasta el final, haciendo incluso de jurado. Estas actitudes de autoridades son las que también forman parte del engranaje, para que el resultado sea óptimo.
Este segundo éxito, despertó mucha expectativa y afán de figuración de muchas instancias y personas al interior de la UMSA, es el caso de la FUL de esa época, que trató de ganar créditos políticos con esfuerzo ajeno. Lo propio ocurrió con el Secretario General de la Universidad de esa época, (D.Barrientos) que trató por todo los medios de alejarme no solo de la dirección de la Entrada sino de la UMSA, y así fueron apareciendo personajes que nunca faltan en nuestro país. Pero por suerte no prosperaron estos afanes de empañar esta actividad, que hoy se ha convertido en una referencia cultural y orgullo de La Paz. Es a propósito de esas intenciones, que el Lic. Pablo Ramos me decía: “La Entrada es hijo suyo y como salió bueno, todos quieren sus padres”.
Al ver que el entusiasmo de los estudiantes, era cada vez mayor, convoque a una reunión de todos los delegados de grupos, con el fin de aclararles los propósitos y objetivos de este acontecimiento, y principalmente era el que los estudiantes, se inclinen no solo por el baile sino también por la investigación de la danza. Y así, les pedí que cada grupo entregara una especie de monografía de la danza, con la finalidad de conocer antecedentes y otros detalles que hacen a la danza, pues la Universidad, debe contribuir al conocimiento no solo de la parte, estrictamente académica, sino también de aspectos que hacen al conocimiento de la cultura de nuestro País. Evidentemente que las monografías que me entregaron no estaban muy bien sustentadas, pero había que impulsar e incentivar para ir mejorando cada vez. La prueba es que hoy, la defensa de las monografías, son parte del puntaje de los grupos, donde cada uno trata de utilizar las nuevas tecnologías para darle un toque de impacto (en mis épocas me entregaban en una hojita escrita a mano), y me he podido convencer que los trabajos son cada vez mejores y muy bien trabajados.
Realmente era increíble ver a los estudiantes, realizar sus ensayos incluso al interior de las aulas, la euforia por participar de la Entrada era impresionante. Y como corolario de todo este afán me sorprendió una nota que me llego del Honorable Consejo Universitarios, felicitándome por haber impulsado esta actividad, fue suficiente para continuar con ésta tarea.
1990 AÑO DE LA CONSOLIDACIÓN
Ya en enero de 1990, abrimos el libro de inscripciones, convocando a la tercera versión, obviamente, más relajado pero con la responsabilidad de que cada año sea mejor. La gran sorpresa fue que el número de participantes superaba cualquier expectativa, entre invitados y otros pasamos los 70 grupos. Y es ahí que en una entrevista a un matutino de La Paz, dije que la Entrada ya nos se detenía y a ese año lo denominé como; “año de la consolidación de la Entrada Folklórica Universitaria”.
Los Pakochis, Los Moko Kara, Jacha Tata Danzante, Los Kallawayas, y otras danzas, son el aporte que la universidad hace en torno al rescate e incorporación en el mundo urbano, no solo de danzas sino también, de ritos que son parte de las costumbres y tradiciones de nuestro País. Por suerte se ha mantenido esa característica y después de 20 años de la Entrada, se puede apreciar una diversidad de bailes y música que a muchos estamos conociendo a través de ésta expresión cultural. Y a esto se suma el trabajo investigativo que se traduce en monografías, que ayudan a entender el significado de cada una de estas danzas, pues son trabajos que cada vez tienen mayor sustento. Ojalá se puedan plasmar en textos de consulta.
Ya en este tiempo, cuando la Entrada a cumplido su mayoría de edad, es preciso, realizar una suerte de evaluación de todo lo que se ha construido hasta la fecha, para luego encarar y replantear hacia el futuro, pues el efecto multiplicador que tiene esta actividad implica tomar las cosas en serio ya que la Universidad debe contar con un departamento estable que pueda manejar una política cultural al interior de la UMSA con impacto hacia la comunidad, es decir complementar lo estrictamente académico con temas de extensión, en otras palabras restablecer el área de extensión cultural que murió a finales de los 80’. Sería una maravilla, por ejemplo, que la Universidad cuente con una infraestructura para el fomento cultural, donde haya espacio para todas las artes como una Casa de la Cultura Universitaria,
Gracias a la Universidad Mayor de San Andrés, por haberme permitido aportar con algo que me apasiona: la cultura de nuestro País.
http://www.umsa.bo
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